Durante un tiempo flotó en el ambiente que había muchas posibilidades de que un gigante de la industria automovilística radicara su factoría de baterías para automóviles eléctricos en Extremadura y más concretamente en Cáceres dada su capacidad de extraer el mineral necesario para elaborarlas.

Desgraciadamente parece que las expectativas eran fruto del voluntarismo y los buenos deseos más que de las posibilidades reales. Estamos hablando de miles de empleos , tres mil directos en tierras levantinas y algunos miles más en indirectos, y por lo tanto es necesario analizar qué criterios han sido decisivos en la elección empresarial y cuantos de esos cumplimos para no frustrarnos una vez más porque no es suficiente con que Vara se comprometa a no dejar que el litio salga de nuestras fronteras y se procese en otro lugar pues no deja de ser una muestra de buena voluntad puesto que las empresas son quienes deciden el lugar en el que será más rentable su inversión.

Según los analistas que saben de estas cosas han sido decisivos la situación geográfica, la conexión con áreas industriales, la disponibilidad de terrenos, el capital humano y las ayudas públicas.

¿Nos permite la protección medioambiental ofrecer más de 6 millones de metros cuadrados?

De todas ellas hay una que nosotros no podremos cumplir nunca como es la situación; otra que no parece que podamos cumplir a medio plazo, la conexión por tren con el norte y el sur de la península porque Sagunto puede presumir de estar en lo que muy pronto será el corredor del Mediterráneo pero el corredor del oeste no existe ni en las previsiones de fin de siglo como tampoco disponemos de un aeropuerto cercano.

Y lo peor de todo es que ninguna de estas cosas depende de nosotros. En cuanto al resto de condiciones toca ponerse las pilas pues depende de nosotros. ¿Nos permite la protección medioambiental ofrecer más de seis millones de metros cuadrados? También ha sido decisivo el análisis del capital humano, las escuelas de ingenieros y la Formación Profesional en primer lugar.

¿Podemos garantizar la calidad de ambos centros formativos? Es inútil pensar en que aún quedan muchas gigafactorías por instalarse en España si no podemos ofrecer aquellas cosas que en esta ocasión nos han dejado con la miel en los labios