Hace solo dos meses, el misionero cacereño Paco González, que lleva dos décadas trabajando incansablemente por Mozambique, uno de los países con más pobreza del mundo, pidió a la Diócesis de Coria-Cáceres que quienes pudieran donar ordenadores los llevaran al Seminario o a las parroquias, donde los voluntarios de la delegación de misiones se encargarían de recogerlos. Solicitaba preferentemente portátiles para poder trasladarlos a distintas aldeas y lugares.

Su objetivo era enseñar el manejo de estos equipos a niños y jóvenes en el lugar en que se encuentra, la misión de Santa María de Mucumbura, muy cerca de Zimbabwe. Allí las necesidades de la población son más que apremiantes. Paco González se había empeñado en ofrecer unas primeras clases de ofimática básica en este rincón africano, donde las nuevas tecnologías, que son el día a día de los jóvenes del mundo desarrollado, brillan por su ausencia. Y ya se han puesto en marcha. Gracias a la respuesta de la población de Coria-Cáceres, esta semana el sacerdote han iniciado el primer curso de informática con los ordenadores que llegaron desde Cáceres.

“Hemos escogido para participar en esta formación a cuatro jóvenes que han terminado los estudios de Secundaria y que están desocupados, esperamos que les ayude para tener mayores opciones de trabajar”, explica el misionero a través de Twitter. La idea es ampliar las enseñanzas a otros jóvenes a media que la disponibilidad de tiempo y de equipos lo vaya permitiendo.