Hace unos días, una organización empresarial de Cáceres organizó un acto en el que los promotores de la mina de litio expusieron las modificaciones al proyecto de extracción que habían planteado hace tiempo en la Montaña, y con las que dicen que se subsanan los problemas que podría plantear al medioambiente.

Los empresarios han dejado claro desde el principio que la reunión se ha celebrado a propuesta de la empresa. Vamos, que ellos se lavan las manos al respecto y no les interesa un tema tan conflictivo. Por si fuera poco, el periódico del día 3 de marzo en la reseña del acto entrecomilla la frase que pronuncia un directivo: «Somos neutrales, no estamos ni en el sí ni en el no a la mina, pero lo que sí queremos es que si este proyecto sale adelante, que se cuente con las empresas cacereñas». O sea que estos empresarios, a pesar de que el tema lleva debatiéndose entre la ciudadanía varios años, no tienen criterios para decir sí o no al proyecto, y ni siquiera tienen asesores ni en sus empresas ni en sus organizaciones que les saquen de la indecisión, aunque, naturalmente, pretenden que si hay mina al menos algunas migajas lleguen a sus bolsillos.

De manera que otros estudien, planifiquen, arriesguen su dinero, se enfrenten con quien sea necesario, estén dispuestos a que algunos les rompan la cara mientras ellos estarán atentos para ponerse en la cola y poder recibir una limosnita sin correr ningún riesgo.

 ¿Les suena esta postura? Ese encogerse de hombros, quedarse a la expectativa mientras otros dan la cara, me parece que lo he visto muchas veces por aquí. Por ejemplo con el tren, el hospital, el abastecimiento de agua potable a la ciudad...

El litio está ahí en el mismo sitio desde tiempos inmemoriales, pero a nadie en esta tierra se le ha ocurrido estudiar la posibilidad de hacerlo rentable. Ahora viene alguien de fuera, como casi siempre sucede, y lo más que se les ocurre a estos empresarios es esperar a que se aclare el tema y sacarle rentabilidad sin poner nada de su parte.

Me da risa y pena decirlo, pero esto es lo que en Cáceres se llama emprendedores.