«En Cáceres todavía no tenemos un problema de gentrificación. Estamos a tiempo de evitarlo». Son palabras del alcalde, Luis Salaya, que ya trabaja para crear la primera ordenanza que regulará los apartamentos turísticos, y lo hace junto con los propietarios de estos alojamientos, la Federación Empresarial Cáceres y la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental. Toledo, que registra un número menor de apartamentos que la capital cacereña, ya ha decidido no dar nuevas licencias hasta que se apruebe la ordenanza que también tramita. En Cáceres, una moción aprobada por el pleno municipal a propuesta del PP el pasado enero ha derivado en una actuación rápida del Gobierno local para lograr ese texto normativo, y hace una semana ya se reunió con todas las partes. El alcalde está llevando directamente las conversaciones.
Las cifras del sector turístico no indican que por el momento exista saturación, pero el ayuntamiento quiere actuar «antes de que comiencen los problemas». Los datos facilitado por el concejal de Turismo, Jorge Villar, basados en el INE, revelan que Cáceres presentaba un total de 73 apartamentos en el año 2017, que se elevaron a 77 en 2018, y que experimentaron la mayor subida en 2019 hasta alcanzar los 223, «porque además ese año se produjo un importante proceso de regularización exigido desde la Junta de Extremadura», recuerda el edil. Durante el primer año de pandemia (2020) bajaron a 203, ya que algunos propietarios optaron por reconvertirlos al alquiler de larga duración. Y en 2021, con el turismo de nuevo al alza, Cáceres creció hasta contabilizar 262 apartamentos.
Desde el sector afirman que existen otros alojamientos en fase de apertura, un proceso que suma y sigue. Este aumento no ha mermado de momento la ocupación de los negocios ya en marcha. Si en octubre de 2017 (un mes fuerte) estaban al 60%, en octubre 2021 se encontraban al 56%. Es decir, mantienen más o menos cifras similares cuando ahora hay 262 apartamentos y 1.039 plazas en Cáceres, frente a los 73 apartamentos y 293 plazas de 2017.
Sin embargo, desde el propio sector y desde la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental consideran que debe ponerse el parche antes de la herida, algo en lo que además existe consenso político, sobre todo porque se trata de un sector emergente sin regulación específica desde el ámbito local.
«Y puesto que no queremos que suceda lo que ocurre en otras ciudades, partiendo de la premisa de que aquí aún no tenemos masificación, lo más efectivo que podemos hacer desde el ayuntamiento es elaborar una ordenanza plenamente consensuada, que reúna la visión de los vecinos y de los empresarios», afirma Luis Salaya. A su juicio, la prioridad de la ciudad debe centrarse en la calidad de la oferta turística para seguir aumentando las pernoctaciones, «generando así un alto valor añadido que derive en la creación de empleo estable, que es hacia lo que está yendo la ciudad, según nos dicen los propios datos», subraya.
El proceso se encuentra en marcha «y los primeros contactos han supuesto una sorpresa, nos transmiten sensaciones muy positivas porque los puntos de vista son muy parecidos tanto por parte del sector de los apartamentos como de los residentes de la Ciudad Monumental». La razón estriba en que la cuestión ha comenzado a abordarse de forma temprana, «antes de que empezara a percibirse como un problema grave, por lo que confluyen muchas ideas que podemos aprovechar para hacer una buena ordenanza», sostiene el alcalde. «Aunque nunca vaya a ser un documento perfecto --prosigue Luis Salaya--, ahora tenemos la oportunidad de que pueda contemplar la mayoría de las propuestas de todos los afectados».
Vecinos y empresarios han avanzado sus aportaciones. En principio, revela el alcalde, se prevé un trato diferenciado para los apartamentos turísticos de la zona del Plan Especial (la Ciudad Monumental y el casco viejo, desde San Antón a San Blas), frente a otras áreas de Cáceres, ya que la primera concentra la inmensa mayoría de los alojamientos de este tipo. «Tenemos que buscar modelos equilibrados que nos permitan, en primer lugar, huir de la masificación, y en segundo, una buena convivencia entre dichos negocios y los vecinos que viven en su entorno», apunta Salaya. En este sentido, argumenta que «el modelo de apartamentos gestionados de forma familiar, no masivamente, muestra una mayor sensibilidad hacia las molestias de los vecinos».
LA SEMANA SANTA ACABARÁ LLENANDO EN LOS DÍAS GRANDES
El concejal responsable de Turismo, Jorge Villar, está convencido de que «será una gran Semana Santa» en términos de visitantes, puesto que el grado de ocupación de los alojamientos ya se encuentra por encima del 90%. Desde la Asociación de Apartamentos Turísticos de Extremadura también perciben este importante auge en las reservas de última hora. «Sigue habiendo cancelaciones pero inmediatamente se vuelven a ocupar esas plazas. Hay mucho movimiento», subraya la presidenta, María Fernández.
Desde la propia Asociación de Apartamentos Turísticos de Extremadura (Aptuex), que reúne 80 negocios en la capital cacereña, quieren que esta regulación se ponga en marcha para tener un marco normativo al que atenerse (además de la propia Ley de Turismo de Extremadura), para un crecimiento ordenado del sector y para un tratamiento fiscal más acorde con estos negocios. «Habría que regular dónde, cómo y cuándo se abren los apartamentos por la buena organización del propio sector, pero también ajustar los temas fiscales, porque figuramos como hoteles y por ejemplo pagamos una cuota de basura como si fuéramos un hostal de 10 habitaciones. Hemos entregado nuestras propuestas sobre todos estos aspectos», explica María Fernández, presidenta.
Y aunque parecía que la pandemia había puesto fin al fuerte crecimiento de dichos negocios, «más bien ha ocurrido lo contrario, porque algunas personas han aprovechado para iniciar los trámites de nuevas aperturas y están en ello», señala María Fernández. «Es verdad que son alojamientos que ofrecen una manera de viajar diferente, que captan un nuevo perfil de público, que suelen estar muy bien preparados en Cáceres, y que han fomentado la rehabilitación de viviendas antiguas, pero entendemos que el crecimiento no puede descontrolarse», advierte.
En este sentido, Aptuex va de la mano de los vecinos de la Ciudad Monumental a la hora de pedir una ordenanza. «Sería una pena que todo el casco viejo se convirtiera en una sucesión de apartamentos porque perdería su esencia, y para los vecinos resultaría difícil convivir continuamente con personas que llevan un horario de vacaciones», reflexiona la presidenta. «Es mejor prevenir que luego lamentar, como ha pasado en Toledo, Sevilla o Cádiz, que están saturadas», recuerda.
