La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha impuesto al ayuntamiento tres multas por un importe total de 90.000 euros. Son sanciones por vertidos de aguas residuales procedentes de las estaciones depuradoras del Marco, que es la principal de la ciudad, y de Las Capellanías.

La incongruencia de esta multa radica en que la misma administración que sanciona es la que debe dar la solución a los vertidos de aguas residuales por los que multa al consistorio. La mejora de la depuración de aguas residuales en estas dos estaciones está pendiente de que el anteproyecto tramitado a instancia de la Confederación Hidrográfica del Tajo se transforme en proyecto y este a su vez en la ejecución de unas obras anunciadas en la pasada legislatura y que no se hacen ni tienen fecha para ello.

Son tres expedientes sancionadores, todos del 2021. En el primero se impone una multa al Ayuntamiento de Cáceres de 29.999 euros y se obliga al pago de una indemnización de 9.000. En el segundo la sanción es de 28.492 euros y la indemnización es de 8.547. Mientras que en el tercero la sanción es de 10.424 euros y la indemnización es de 3.127.

Los dos primeros son por vertidos procedentes de la estación depuradora del Marco, que es la principal que tiene Cáceres, y el agua residual se ha vertido al río Guadiloba, mientras que el tercero es por la planta que está en el polígono de Capellanías, en este caso el agua residual se ha vertido al arroyo del Junquillo. Esta última planta se eliminaría cuando se acometa la mejora prevista en el anteproyecto. La capacidad de la del Marco se mejoraría cuando se hagan las obras previstas.

El ayuntamiento presentó recursos administrativos contra las tres sanciones. Al no emitirse una respuesta por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo se entendió por el consistorio que se habían desestimado, razón por la que en la junta local de gobierno celebrada el pasado 1 de abril se decidió la presentación de un recurso contencioso administrativo.

La reclamación municipal se fundamenta en recordar que la solución pasa por licitar la redacción del proyecto de mejora del saneamiento y la depuración de las aguas residuales de Cáceres.

El anteproyecto pasó por el pleno del ayuntamiento en su sesión de diciembre de 2020. Fue un trámite más de un procedimiento que se inició en 2015 y que tiene que dar solución a dos problemas graves que tiene la ciudad en la depuración de sus aguas. Uno son los vertidos contaminantes al cauce de la Ribera del Marco, arroyo que es el ‘río’ de la ciudad. El otro es la incidencia que desde hace tres lustros se arrastra por el funcionamiento inadecuado de las dos estaciones depuradoras que tratan las aguas residuales de los barrios del oeste, ninguna de las dos cumple con los parámetros de vertidos establecidos en la normativa, según recuerda en su informe el servicio de Inspección Municipal. Una de estas depuradoras es la de Capellanías, mientras que la otra es la que está junto a la carretera de Malpartida, que, pese a que ahora no es objeto de sanción, es la más problemática. Con el acuerdo del pleno con este documento, el ayuntamiento se comprometió hace un año y medio a las condiciones que el anteproyecto le obliga.

 Se cuenta con un anteproyecto. El paso siguiente será la licitación del concurso de proyecto y posteriormente el de obra. El presupuesto de ejecución material se calcula en el anteproyecto en 59,6 millones de euros, mientras que el importe total, sumando gastos generales, beneficio industrial e IVA, es de 86,3. Sin embargo, pese a estas previsiones, estamos ante una iniciativa que se empezó en 2015 y aún no se ha pasado del papel al terreno.

La intervención, que cuando se ejecute se convertirá en la principal inversión que se acometa en la ciudad solo por detrás del nuevo hospital, consta de cinco grandes actuaciones: renovación de ocho kilómetros de colectores, cambios en los aliviaderos con tanques de tormentas (dos en la Ribera del Marco), el encauzamiento de un tramo de la Ribera del Marco (paralelo a ronda Vadillo), la renovación de esta ronda urbana (acondicionando aceras, calzada, arcén, carril bici y creando un espacio verde entre el cauce y la vía), la eliminación de las dos depuradoras de la cuenca oeste y su sustitución por estaciones de bombeo y la ampliación de la capacidad de depuración de la estación principal que está próxima a la carretera de Torrejón el Rubio (la estación del Marco) y el tratamiento de fangos.

Fue hace dos décadas cuando se hicieron tres depuradoras independientes de la principal de la Ribera del Marco. Una detrás del polígono industrial de las Capellanías, otra junto a la carretera de Malpartida para dar servicio a los nuevos barrios que se construyeron en el oeste de la ciudad (Castellanos, Vivero, Cabezarrubia...) y una tercera en Aldea Moret. Desde su ejecución han dado problemas, no se depura dentro de los parámetros que marca la legislación, por lo que estas no son las primeras multas que recibe el ayuntamiento por estas pequeñas estaciones. La de Aldea Moret ya se suprimió y se transformó en una estación de bombeo.