Un polígono empresarial para albergar centros de datos y empresas tecnológicas (TIC). Al margen de datos llamativos sobre inversiones millonarias y empleos, esta es la idea. De esto, en líneas generales, se trata el proyecto del ecopolígono o parque ecoindustrial. Y todo ello sin huella de carbono, sin contaminación ni emisiones, y con un circuito cerrado que permita autoabastecerse de energía. Esta iniciativa, con participación pública y privada, y el centro de investigación para el almacenamiento de energía, que se financia con presupuestos públicos, son las apuestas del actual gobierno local para el desarrollo futuro de la ciudad y para no depender solo de la evolución del turismo.

Ccgreen

Este martes se hizo en Mérida el primer acto público de presentación del ecopolígono. El principal promotor, la empresa Ingenostrum, ya se ha hecho, a través de la sociedad CCGreen, con la mayoría del suelo del polígono, lo que facilitará su desarrollo. La consulta de viabilidad está presentada y después de que el ayuntamiento apruebe el programa de ejecución se podrá empezar con los trabajos de urbanización de treinta hectáreas que están al norte del polígono empresarial de Capellanías. Es solamente una parte del suelo urbanizable para usos empresariales e industriales que desde hace una década reserva el plan general de urbanismo.

«Hay empresas interesadas -en instalarse en el ecopolígono-, hay más demanda que oferta», reiteró este martes Santiago Rodríguez, CEO de Ingenostrum. En el nuevo polígono se proyectan siete espacios para albergar centros de datos, «contamos con energía barata -se planifican dos plantas fotovoltaicas-, agua -se reutilizaría en una balsa artificial el agua tratada en la depuradora del Marco que se llevaría hasta allí- y territorio, además de que por aquí pasan las grandes redes de fibra óptica», apostilló Rodríguez, que añadió que también se «ha hecho ya mucho trabajo con las conexiones eléctricas, porque sin ellas no hay proyectos». En las cercanías del ecopolígono está la subestación de Arenales de Red Eléctrica.

Plano con la solución propuesta para el desarrollo del nuevo sector empresarial e industrial en su primera fase. PROYECTO

La novedad de este ecopolígono es que «es neutro en carbono», recalcó el CEO de Ingenostrum. Y la otra es que «esta relacionado con la investigación de centro ibérico de almacenamiento de energía», que se tiene que acometer en los próximos años y que estará en terrenos cedidos por diputación en el Cuartillo. El agua depurada que se lleve al nuevo polígono desde la estación del Marco se utilizará para la refrigeración de los edificios de los centros de datos, que son espacios que «atraerán a otras empresas» del sector de las tecnológicas como las «de software».

Los centros de datos son instalaciones físicas centralizadas donde se alojan ordenadores, redes, almacenamiento y otros equipos que permiten el funcionamiento de una empresa. Sus ordenadores contienen aplicaciones, servicios y datos esenciales para las compañías. «La industria del centro de datos es la infraestructura física digital del mundo de internet», comento, a modo de ejemplo, Rodríguez, que apuntó que la comercialización del espacio empezará este verano, cuando «ya se tenga cerrado» todo el proyecto de ingeniería del ecopolígono.

En Talavera de la Reina, a menos 200 kilómetros de Cáceres, se anunció el pasado mes de marzo la construcción de un gran centro de datos de Meta, la empresa propietaria de facebook, instagram y whatsapp. Es un sector en desarrollo del que se quiere aprovechar Cáceres con el ecopolígono, donde, además del espacio para los centros de datos, también habría edificios de oficinas para la instalación de empresas del sector tecnológico. Hace una semana desde el ayuntamiento se anunció que la empresa tecnológica NTTquiere instalarse en Cáceres con doscientos trabajadores.

Algunos de los datos que se dieron en la presentación de este martes fueron que la inversión en los siete edificios destinados para los centros de datos ascendería a 800 millones, que en los inmuebles de oficinas serían 25 y que en la urbanización de las treinta hectáreas se haría un desembolso de 15 millones.

 La financiación de los edificios va a depender de las negociaciones abiertas con empresas, «en el sector de los centros de datos, como se conoce todo el mundo, el proyecto ya suena», explicó el representante de la empresa, quien insistió en que la principal ventaja de la oferta que hace Cáceres sobre otros polígono es que es una iniciativa sin huella de carbono, con un precio de energía inferior al abastecerse de sus plantas fotovoltaicas. Las grandes empresas «emprendieron el camino verde hace tiempo, necesitan la neutralidad en carbono», dijo Rodríguez. A lo anterior sumó que el centro de investigación de almacenamiento de energía estará en Cáceres, una atracción para que las empresas «puedan poner a prueba proyectos singulares»

En cuanto a las proyecciones de puestos de trabajo, «durante la construcción podemos llegar a picos de 1.200 trabajadores», en los centros de datos habría «más o menos unas doscientas personas» y en los edificios para oficinas habría capacidad para albergar «a 1.400 empleados, que son bastantes, pero el ayuntamiento tiene peticiones del sector tecnológico que quieren establecerse» en Cáceres, resumió el ingeniero cacereño de cuya empresa surge el proyecto.

Las principales fechas que se manejan para la iniciativa son que el cierre financiero esté en septiembre de 2023, que las obras de urbanización puedan iniciarse en octubre y que las obras de construcción de los espacios para los centros de datos finalicen en diciembre de 2024. Son dos años y medio para concretar si esta iniciativa se hace realidad.

Reproducción del vídeo del proyecto con una composición del polígono. PROYECTO

En la presentación del proyecto este martes participaron representante de otras de las dos empresas que participan en la iniciativa: la noruega Statkraft, que instalará la mayor de las plantas fotovoltaicas, y la sueca Alfa Laval, que participa en el plan de la mejora de la eficiencia energética de los edificios y en la refrigeración de los inmuebles de los centros de dato, que ocuparán el mayor espacio dentro del nuevo sector empresarial de treinta hectáreas. 

En la presentación participó el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que destacó del proyecto que «tal vez sea uno de los más completos que me han presentado en los últimos años», añadiendo que la administración «no obstaculizará la iniciativa». Por su parte, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, manifestó que este proyecto «es lo más importante que le ha pasado a Cáceres desde su declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y lo es porque sienta las bases de un desarrollo industrial y consolida un modelo de ciudad basado en el desarrollo sostenible, ratificando la marca de Cáceres como ciudad verde».

Otros datos que se expusieron este martes es que la inversión total ascenderá hasta los 1.300 millones de euros y que en sus distintas fases llegará hasta el año 2030 con una capacidad para 2.500 empleos. Además del sector de 30 hectáreas que se va a desarrollar en los próximos meses, en la misma zona, detrás de las Capellanías, hay otros tres sectores, de mayor tamaño, de terreno destinado para fines empresariales.

Otras previsiones en el cronograma de la primera fase del ecopolígono son que en julio de este año se presentará el programa de ejecución del polígono, que en marzo de 2024 ya se contará con la potencia requerida para la primera fase del proyecto y que en septiembre de 2024 ya podrían estar recepcionadas las obras de urbanización de las treinta hectáreas de un sector que también tendrá sus espacios libres y con los viales de conexión con la carretera de Salamanca.