El Plan General Municipal (PGM) de urbanismo de Cáceres es el que está parando la ejecución de una mina para la extracción de litio en el valle de Valdeflores, en la sierra de la Mosca. Es la normativa en la que la Junta, por ejemplo, fundamentó con los informes del ayuntamiento el rechazo a la concesión del permiso de investigación, la falta del otorgamiento del mismo es lo que tiene frenado el proyecto. El alcalde, Luis Salaya, comentó este martes que por los promotores se planteó el cambio del plan de urbanismo, pero a continuación aseguró que si la iniciativa «es netamente subterránea, no tiene nada que ver con el plan, que regula el suelo y no el subsuelo». Posteriormente, aclaró sus declaraciones iniciales y afirmó que el plan general de urbanismo es incompatible con la ejecución de la mina. 

Sus manifestaciones iniciales daban visos de viabilidad al proyecto de la mina. Los promotores han cambiado el proyecto y la mina para extraer litio, que en principio era en superficie, se plantea ahora subterránea. Esas declaraciones iniciales de Salaya se produjeron en el siguiente contexto: el alcalde duda de que haya un proyecto subterráneo y para corroborar esa impresión expuso que no tiene sentido que los promotores se centren en el cambio del plan de urbanismo porque si el proyecto es ahora subterráneo no tiene relación con el plan.

Sus manifestaciones iniciales se realizaron en la contestación a una pregunta en la presentación de la primera fase del ecopolígono, que es, junto al centro de investigación para el almacenamiento de energía, los dos puntuales en los que el gobierno local basa su modelo de desarrollo futuro de la ciudad en contraposición al de una mina de litio.

La aclaración del alcalde salió unas horas después de su contestación a la pregunta. Precisó sus manifestaciones en una nota en la que recuerda que el plan general de urbanismo prohíbe la actividad minera a una distancia inferior a dos kilómetros del casco urbano, la mina estaría a una distancia inferior a 2.000 metros de barrios como el residencial Universidad. En la nota también se asegura que el plan general de urbanismo regula el suelo, el subsuelo y el vuelo, «de ahí que cualquier actividad minera a dos kilómetros de Cáceres no se pueda llevar a cabo ya sea en el subsuelo o en la superficie».

El proyecto de la mina está actualmente pendiente de la decisión que adopte el juzgado de lo Contencioso sobre la negativa de la Junta a la concesión del permiso de investigación minera. Desde que se dictó esa denegación se ha producido un cambio en el modelo de explotación, la mina pasa de estar al aire libre a ser subterránea. Infinity Lithium, una de las empresas que participa en Tecnología Extremeña del Litio, que es la que está promoviendo el proyecto, ha creado recientemente una sociedad radicada en Cáceres, Extremadura New Energies, que está abanderando la iniciativa minera con contactos con colectivos y grupos ciudadanos para explicar los cambios que se han producido en el proyecto, insistiendo en que con el nuevo planteamiento no se toca la superficie del valle de Valdeflores. La entrada a la mina y la planta para procesar el mineral estarían fuera del territorio al que se dará una mayor protección con su declaración como paisaje protegido. Se barajan tres zonas de acceso de la mina subterránea: al sur del valle, ya fuera de la sierra, en las inmediaciones de la carretera de Miajadas o en las proximidades de la carretera de Trujillo. 

Los promotores del proyecto no han vuelto a solicitar al ayuntamiento una nueva modificación del plan de urbanismo desde la que se planteó en 2018, además sostienen que tienen la certeza, en base a jurisprudencia con la que cuentan, que el plan de urbanismo no sería necesario cambiarlo con una extracción subterránea.