"No ha sido fácil". Esta fue la frase más repetida en la esperada vuelta del Womad a Cáceres. Tras meses marcados por el silencio y las especulaciones, finalmente fue este viernes y prácticamente a contrarreloj, a una semana escasa de que arranque, cuando el festival ha desvelado su cartel para una de unas ediciones más simbólicas y esperadas.
Será una edición especial, en primer lugar, porque la cita se reencuentra con Cáceres tras dos años de parón a causa de la pandemia. Coincide, además, con la celebración del 30 aniversario de la llegada del festival a la ciudad, aunque a efectos oficiales celebre su 29 edición. En segundo, porque ha vuelto a poner el foco de nuevo en uno de sus asuntos que más debate han suscitado en torno al festival en toda su historia: el botellón.
Al mantener el formato inicial de festival gratuito no se puede acotar el recinto y por tanto no se puede prohibir que se pueda beber en la calle, de hecho, los bares instalarán sus barras en compensación a la retirada de las terrazas, tal y como adelantó este diario. En cualquier caso, la organización apeló a la responsabilidad individual del público para reducir las aglomeraciones de gente reunida exclusivamente para beber. Similar prudencia pidió también en cuanto al uso de la mascarilla aunque ya no sea obligatorio usarla en exteriores.
Encara, de esta manera, una edición en la que aspira a recuperar su identidad y la tan ansiada «nueva normalidad». «Hemos trabajado desde el primer momento y a contrarreloj para tener el Womad que queremos, será un festival como el de siempre pero con un significado especial por lo que hemos vivido estos dos años, estamos felices de regresar a la ciudad y de recuperar la normalidad», puso de manifiesto a los medios Dania Dévora, la directora del festival, que aprovechó su turno de intervención para agradecer la paciencia y para justificar el silencio en estos meses hasta que «todo estuviera atado».
Fue Dévora la responsable de desgranar el esperado cartel encabezado por nombres como Les amazones d’Afrique, Ana Tijoux, Tarta Relena, Liraz o Taxi Kebab en un año que aspira a ser «más feminista y ecléctico». Se unen a Baiuca --como adelantara este diario--, Darío González, Ayom, Rui Díaz, Theon Cross y Dobet Gnahoré, entre otros. En total, son 27 artistas de 16 países. En la última edición de 2019 fueron 32 artistas los que componían el elenco.
JUEVES, 5 DE MAYO
PLAZA MAYOR
20.00 Shoul & Libra Loggia
20.45 Darío González
21.45 Ayom
23.00 Les Amazones d'Afrique
VIERNES, 6 DE MAYO
PLAZA MAYOR
18.45 Rui Díaz
19.40 Los niños de los ojos rojos
21.00 Dobet Gnahoré
SAN JORGE
20.00 Tarta Relena
22.00 Virginia Rodrigo
00.00 Taxi Kebab
SÁBADO, 7 DE MAYO
PLAZA MAYOR
18.45 Pacombo Latino
19.40 Cool Up
21.00 J. P. Bimeni
23.00 Baiuca
01.00 Ana Tijoux
SAN JORGE
22.00 Liraz
00.00 Theon Cross
Dévora compareció acompañada por los integrantes del consorcio Gran Teatro, Silvia González, su directora, a la cabeza. Entre los representantes de la institución, la consejera de Cultura, Nuria Flores, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, y el presidente de Diputación, Carlos Carlos. La presentación arrancó, además, con la intervención de Peter Gabriel, responsable de la marca Womad, que pronunció unas palabras a través de un vídeo para refrendar el compromiso de la cita con la ciudad.
Ya en su turno de palabra, la consejera puso de manifiesto la «emoción» que supone que el festival al que calificó como ejemplo de «cultura global» abandere «la recuperación de los grandes eventos» tras la pandemia en Extremadura. Por su parte, Carlos incidió en la importancia de trasladar un mensaje de «tolerancia» y «multiculturalidad» en el momento «convulso» que atraviesa el mundo.

En relación al nuevo contrato, que blinda esta edición y la siguiente en 2023, se pronunció González. Detalló que el nuevo marco europeo para los contratos públicos exige que se tengan que publicar pliegos, sacar licitaciones y esa normativa más estricta ha provocado las demoras porque toda la documentación debe recibir el visto bueno de terceros.
Sin escenario en Santa María
Ya en cuanto a las novedades de esta edición, destaca que no habrá escenario en Santa María. Este espacio estaba destinado principalmente a grupos emergentes o extremeños. De esta forma, los enclaves de los conciertos se alternarán entre la plaza Mayor y la plaza de San Jorge --viernes y sábado--. El festival sigue siendo de libre acceso ya que se financia exclusivamente con fondos públicos y una asignación anual en los últimos años de 400.000 euros. Sí se controlará que no se acceda al recinto con recipientes de cristal.
Salaya también confirmó que los hosteleros deberán dispensar vasos reutilizables y se instalará de nuevo, el punto violeta contra las violencias machistas. De manera paralela, el mercado de Cánovas contará con un centenar de expositores.
En cuanto a la programación paralela que ha preparado el festival al margen de los conciertos, incluye un ciclo de cine en la filmoteca, charlas en el Palacio de Carvajal con Robert Navarro, Pilar Boyero y Ana Martín, talleres infantiles en el museo Pedrilla con Moonmilk Arts, Inspirall and Snapped Arts, cuentacuentos en el ayuntamiento y el pasacalles de cierre.