La Federación Empresarial Cacereña exige a la subdelegación del Gobierno un compromiso de fecha con la licitación del primer tramo y un calendario con la licitación del resto de tramos, toda vez que ya se ha cuantificado en más de 9 millones el incremento tras la revisión de precios del coste del primer tramo de la autovía Cáceres-Badajoz. «Además solicitamos medidas correctoras una vez se publique la nueva licitación que evite, ante nuevos aumentos de los precios, nuevos retrasos», según se indica en el comunicado difundido por la federación. 

«Tenemos la seguridad de que este nuevo retraso no va a ser más que la constatación de la dejadez que el gobierno central tiene en materia de comunicaciones por carretera con Extremadura, y especialmente con la provincia de Cáceres, al igual que estamos seguros que ni en el año 2022 ni en el año 2023 van a haberse iniciado las obras de esta autovía que esta organización lleva reivindicando ya casi 25 años», se añade en el comunicado. «No se explica -añade en la nota- por qué no salieron las licitaciones pendientes en 2019 o en 2020, más allá de una clara voluntad de engañar a los cacereños presupuestando inversiones que nunca salen a licitación»

«Lo que sí es cierto es que los políticos salen en los medios al inicio de cada ejercicio presupuestario anunciando obras, ilusionando a la población en general y a las empresas en particular con algo que nunca se lleva a buen fin, motivo por el que exigimos a la administración central un calendario concreto de licitaciones y presupuestos», según reitera la organización empresarial en su escrito.

La falta de sensibilidad del gobierno central hacia la realidad extremeña debe ser corregida con inversiones», reitera.