¿Flechas o balas? Las redes sociales abrieron ayer el debate sobre la razón por la que se ha decidido abatir estos jabalíes (y al resto que merodea por la ciudad) mediante arqueros con flechas. José María Gallardo, el presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), que se encarga de coordinar la actuación y que aporta los arqueros, asegura que siempre se barajan todas las opciones. Pero, en un caso como este, con ejemplares en un recinto céntrico y urbano, la flecha es la mejor herramienta: «El arco no molesta a la población, es silencioso y no hay peligro de rebotes. La detección de las armas puede causar alerta», dice.
Pero, ¿sufre el animal? Según explica Gallardo, la caza con arco está pensada para el «aguardo y rececho» (el cazador espera en un punto a que pase la presa) y es realizada por profesionales con formación. La potencia de los arcos puede llegar a las 70 libras. «Tienen la suficiente potencia como para atravesar un bloque de cemento», explica Gallardo. Por tanto la flecha «traspasará (el jabalí, en este caso) como si fuera mantequilla. Puede ser casi igual de efectiva que el rifle», asegura el presidente de Fedexcaza.
Hay que tener en cuenta, además, que se dispara siempre a órganos vitales, con la salvedad de que puede haber tiros «menos certeros». «La flecha es contundente para abatir un jabalí, incluso ciervos y grandes antílopes se cazan con un arco», afirma Gallardo, que está convencido de que estas acciones de control poblacional darán sus resultados y van a provocar que «desaparezcan del entorno». Es un control «rápido y eficaz» que espera que se llegue a «normalizar».
