Antonio Banderas no podía dejar escapar la oportunidad y en su visita a Extremadura hizo parada el pasado viernes en el Relais&Chateaux de Atrio, donde acompañado de unos amigos y de su mujer, Nicole Kimpel, cenó en el restaurante de Jose Polo y Toño Pérez. El artista se mostró ideal y encantador. Eso sí, prometió volver a la ciudad porque tiene una cita pendiente con el Museo Helga de Alvear.

Los dueños de Atrio han mostrado su satisfacción en las redes sociales. Jose Polo subió un story con la imagen donde posan junto al personal del establecimiento y poco después Toño Pérez realizó una publicación en la que, junto a la fotografía, escribía: «Antonio Banderas, qué gran persona con cuanto cariño y generosidad».

La visita forma parte del periplo por la región que el actor malagueño y Nicole iniciaron el pasado jueves y que comenzó en el Teatro Romano de Mérida al que calificó de «emocionante, único y espectacular enclave de nuestra historia y de la historia del teatro». El precioso recorrido ha seguido por el Camino de los Descubridores con parada en Trujillo, las gargantas de la provincia de Cáceres y fonda en Guadalupe.

Nuestro Antonio más internacional y su esposa han publicado en sus redes sociales instantáneas de su estancia en la comunidad, donde se les puede ver paseando por las calles de Trujillo, donde comieron en el restaurante Corral del Rey, cuya propietaria es Pilar Gómez Mateos, y su jefe de cocina es Guillermo Sánchez. Ambos son los creadores de este restaurante asador que ofrece cocina tradicional con toque innovador. El negocio lleva abierto desde 1998 y es un emblema de la ciudad extremeña. Carnes a la brasa, asados... todo está rico en este templo de corazones de alcachofa, donde no faltan ni el huevo ni las lentejas en plena plaza Mayor.

En Corral del Rey, de Trujillo.

En Corral del Rey, de Trujillo. EL PERIÓDICO

La pareja mostró además en las redes panorámicas espectaculares de La Puebla guadalupense y de los ríos del norte cacereño o del menú que degustaron en Atrio. No falta tampoco la imagen de una cigüeña colgada por Nicole que hace intuir que la pareja durmió en el Hotel Palacio de los Arenales. En esa foto la modelo, que por cierto también muestra un selfie en el baño, ha dibujado a una cigüeñita que porta en el pico el cesto de un bebé. ¿Premonitorio tal vez?

Nicole se hace un selfie en el baño. EL PERIÓDICO

Nicole Kimpel y Antonio Banderas llevan siete años de relación. Ambos se conocieron en el Festival de Cine de Cannes, donde coincidieron. Banderas acababa de salir del divorcio con Melanie Griffith, pero volvió a ilusionarse con Nicole, veinte años menor que él.

Antonio y Nicole. EL PERIÓDICO

Ella nació en Stuttgart (Alemania). Su padre, Klaus Kimpel, es alemán y su madre, Frederika Kimpel, es holandesa. Estudió Relaciones Internacionales en Estados Unidos y ha trabajado en banca, en el sector inmobiliario y en la captación de inversiones. Creó su propia empresa de asesoramiento a la que se unió su hermana Bárbara y en la que continúan trabajando en la actualidad. Además, ambas son amantes de la moda y de la alimentación saludable y han lanzado un nuevo proyecto juntas, una marca de moda llamada Baniki con la que buscan transmitir su propio estilo de vida.

Este viaje vuelve a poner de manifiesto los encantos de Extremadura. También da muestras de como Atrio y Helga de Alvear están en el último año atrayendo a los rostros más conocidos de la sociedad española. Porque si Atrio es un referente para la gastronomía a nivel mundial, el Helga de Alvear puede presumir de ser su homólogo en el arte contemporáneo.

La cigüeña extremeña de Nicole. EL PERIÓDICO

Toño Pérez y Jose Polo nacieron en 1961, estudiaron juntos el Bachillerato, fundaron Atrio en 1986 en la plaza de los Maestros y en 1995 ya tenían el Premio Nacional de Gastronomía. Su historia de amor discurre paralela a sus proyectos empresariales (ahora ejecutan otro hotel de lujo en la calle Ancha que prevén abrir para el verano tras la adquisición del Palacio de los Paredes Saavedra).

Antonio Banderas en Trujillo. EL PERIÓDICO

Atrio tiene en su haber numerosos premios, el más reciente el Grand Prix l’Art de la Cuisine que concede la Academia Internacional de Gastronomía concedido en 2021, y dos estrellas Michelín. La estrella culinario es el máximo reconocimiento que se dispensa a un restaurante en España. Tras el milagro están sus propietarios, que ahora desde San Mateo trabajan no para servir comidas o vender habitaciones sino para hacer --aseguran-- «felices a la gente». Tanto es así que fueron ellos, merced a su amistad con los arquitectos Tuñón y Mansilla y con la coleccionista alemana Helga de Alvear quienes lograron que sus obras, entre las más valoradas del mundo, dieran vida al museo de la calle Pizarro, con entrada también por la plaza Marrón e inaugurado hace un año por los Reyes de España.

En los ríos del norte cacereño. EL PERIÓDICO

Y es que tener un hotel de cinco estrellas en la parte antigua es un hito turístico para Cáceres y que una empresa local se instalara con tanto poderío en un lugar como la ciudad monumental, tan emblemática como sin vida, fue trascendental. Participado por el Consejo de Administración de la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (Sofiex), controlada por la Junta, en el proyecto hotelero del Relais&Chateaux se invirtieron en ese momento alrededor de 6 millones de euros (1.000 millones de pesetas). El amor de Jose y Polo, su tenacidad y su fe empresarial han sido capaces, sin duda, de mover montañas. 

El menú en Atrio. EL PERIÓDICO

En cuanto al Helga de Alvear, en un tiempo récord, tan solo doce meses después de su apertura ya como museo, ha logrado posicionar con su icónico edificio y su colección, una de las más valiosas de Europa, a la ciudad como un destino para los amantes de la vanguardia artística. 

El río y al fondo el puente. EL PERIÓDICO

Años de trabajos para ampliar la que fuera la primera sede en la Casa Grande se han materializado con creces en un inmueble que ha recalado en prácticamente todas las portadas del mundo y ha sumado reconocimientos, la candidatura a Mejor Museo Europeo del Año y ha sido incluido entre los 100 lugares a visitar en el mundo de la revista Time, entre otros.

La panorámica de Guadalupe captada por Nicole Banderas. EL PERIÓDICO

En este momento afronta ya la última de sus obras para sumar un edificio más que servirá como almacén para albergar toda la colección de la galerista, estimada en al menos 3.000 obras. En la ciudad ya se encuentran al menos 300 piezas, una gran parte expuesta en las instalaciones, entre ellas, la que da entrada al museo y una de las más icónicas, la lámpara de Ai Wei Wei, que propició la visita del propio artista hace meses. Como él, decenas de aficionados al arte han respondido al reclamo del museo, una de las ‘joyas’ que ofrece la ciudad y que con Atrio, otra ‘joya’ se convierten en dupla perfecta.

Banderas, en Mérida. EL PERIÓDICO

Entretanto, las bondades de la región no dejan de ser centro de atención de todas las miradas, también de los ojos de Nicole y de Antonio Banderas, que han ‘vendido’ Extremadura como el paraíso ideal para hallar la felicidad.