Las marionetas jamás envejecen. Viven y sonríen pese al paso del tiempo. Da igual, la edad que tenga el espectador. Ante la representación de sus peripecias y de sus historias, gozan de la misma manera niños y adultos. Hay muchos pequeños para los que ir a un teatrillo de calle (títeres) es una bonita y nueva experiencia porque su vida –al menos hasta donde les alcanza la memoria- ha transcurrido inmersa en la pandemia.

Ayer viernes aprovechando el día festivo con motivo de la Feria de San Fernando de Cáceres, después de que esta pesadilla del virus comenzara, tanto los padres como sus hijos se sentaron en un patio de butacas abarrotado e improvisado al lado del Quiosco de la Música (Paseo de Cánovas) y gozaron de ‘Las Aventuras de Peneque el Valiente’. Un entretenido, divertido y mágico espectáculo capitaneado por los hermanos Pino, la actuación hizo reír y pensar a decenas de muchachos cacereños. Este sábado será el turno de Gorgorito a las 12.30 del mediodía en el mismo sitio. Éxito asegurado.

Un momento de la actuación, ayer en el Paseo de Cánovas en Cáceres. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Estos simpáticos muñecos tienen una carga fuerte de estética, poética y de disfrute, que han conseguido que el público se sintiera como en su casa. Igualmente han sido un elemento clave en la transmisión oral de la cultura. «Nos ha encantado. Los padres tenemos infinitas ganas de disfrutar de estos teatrillos y los niños, también», dijeron Antonio y María con amabilidad a El Periódico Extremadura.

Tenemos la suerte de que algunas grandes tradiciones de los teatros de títeres del mundo están todavía muy vivas en nuestro tiempo. Es esencial ir mostrando estas formas arcaicas cargadas de tantísima energía de algunas tradiciones. Y a diferencia de las nuevas tecnologías, el títere se deja tocar.

Amigos de feria. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Después la marcha continuó a ritmo de charanga, cervezas fría y ricos aperitivos en los bares del centro. La capital cacereña fue una auténtica atracción. Llena. El regreso del ambiente ferial a las calles atrajeron numerosos ciudadanos y turistas. En el municipio se echaba bastante de menos esta atmósfera llena de alegría, el sonido de los coches de choque, el olor a algodón de azúcar, la emoción de jugar en la tómbola para ganar un peluche, decenas de cacharritos, variedad de puestos de comida, la gente brincando en las casetas...

Ambiente en la zona de los Obispos, ayer por la tarde. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ

Y fue ahí donde llegó el delirio al convertirse en una de las más bailadas la canción del momento (Hola mi bebé-bé. Llámame, llámame, de la candidata de Rumanía a Eurovisión). La feria continúa a esta hora donde los cacereños siguen dándolo todo al ritmo casetero de San Fernando. 

Gente de marcha. SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ