El presidente de la Cámara de Comercio de Cáceres, Gabriel Álvarez, defendió la tarde de este martes el proyecto de la mina de litio porque «ayudaría a cambiar las carencias industriales que tiene la provincia». Fue durante la presentación de Ramón Jiménez, consejero delegado de Extremadura New Energies, la empresa que Infinity Lithium ha creado en España y con sede en Cáceres para tramitar la mina y la planta industrial de procesado del mineral. Jiménez presentó en el salón de actos de la Cámara los cambios en el proyecto, del que destaca que la explotación sería subterránea y la planta más sostenible para reducir su impacto.

Álvarez defendió la mina y la planta porque pueden ser un polo de atracción para otras empresas. Subrayó que uno de los problemas de Cáceres es la falta de dinamismo económico y como consecuencia la despoblación. Y esto, según Álvarez, se combate con infraestructuras, con un régimen fiscal diferenciado y con emprendimiento y empresas que promuevan iniciativas industriales.

Mientras Jiménez explicaba el proyecto a más de una treintena de asistentes en el salón de actos, fuera, en la plaza del doctor Durán, más de un centenar de personas de la plataforma se manifestaban en contra de la mina con consignas como «Cáceres no se vende, Cáceres se defiende», «la mina subterránea es una patraña» y «nuestra riqueza es nuestra pobreza».

Dentro, y a preguntas de los asistentes, el consejero delegado recordó que el paso siguiente en la tramitación de su proyecto depende de que el juzgado de lo Contencioso se pronuncie sobre la denegación por la Junta del permiso de investigación. Jiménez se mostró optimista en que la sentencia será favorable a la empresa y estimó que si cuentan con ese fallo a favor en un año podrían tener todos los permisos e iniciar la ejecución de la mina, calculó que sería tras el verano de 2023.

Salón de actos de la Cámara con Díaz explicando el proyecto de la mina. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

También anunció que tienen un acuerdo «con una de las tres o cuatro grandes corporaciones a nivel mundial» en la producción de baterías para que se instalen en Cáceres si se obtienen los permisos para la excavación de la mina subterránea y la construcción de la planta industrial.

En el debate posterior a la intervención del consejero delegado, uno de los asuntos que se expusieron por una de las asistentes es que el proyecto de mina y planta es inviable mientras no se modifique el plan general municipal de urbanismo, ya que los suelos que están en la zona tienen algún tipo de protección ambiental, son no urbanizables y no se permiten los usos industriales y aunque en algunos de ellos sean posibles las actividades extractivas, éstas solo son posibles con unas condiciones determinadas. Jiménez reiteró que se cuenta con tres alternativas para ubicar la planta de procesado y la entrada a la mina subterránea y que en todas las ubicaciones proyectadas se permiten los usos extractivos. En el acto de este martes en la Cámara de Comercio no detalló las ubicaciones y comentó que las mismas estarían en el proyecto que se presentaría en la Junta, competente en minas, una vez que se emita una sentencia que sea favorable a que se les conceda el permiso de investigación.

Jiménez recordó algunos datos de empleo que generaría la iniciativa. Así durante la construcción, que se prolongaría durante dos años, se prevén que serían 1.500 empleos directos, después, durante los 29 años de vida del proyecto, serían 700, de los que 450 estarían en la planta de procesado.