El Periódico Extremadura

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EL BOMBO

Servicios Sociales

El desarrollo de esta área municipal no fue una tarea fácil y tuvo que superar muchos obstáculos

La corporación municipal que comenzó su andadura en el año 1983, presidida por el alcalde Juan Iglesias Marcelo, gobernó durante los cuatro años de legislatura con las competencias repartidas entre todos los concejales, independientemente del grupo político al que pertenecieran.

Una de las primeras decisiones que se tomaron fue la de dar contenido a la nueva Concejalía de Servicios Sociales, que debía comenzar por contratar a un asistente social y ubicarle en una dependencia municipal. El concepto que por entonces dominaba en la sociedad sobre esos servicios los relegaba a tratar con personas con falta de recursos y ciertas problemáticas, y esa concepción estaba en la mente de muchos funcionarios y concejales, por lo que pensaron que debería situarse en algún lugar del ayuntamiento cacereño cercano a alguna entrada, de manera que los usuarios no pasaran por ningún otro sitio. Y así fue. Se situaron al lado de la puerta de salida hacia el Foro de los Balbos, en lo que era un pasillo.

Allí estuvo en su formato inicial hasta que la tarea de la asistente social y las demandas de la población fueron aumentando, y se creó la necesidad de darle más auge y protagonismo, y exigió una nueva manera de funcionar alejada de la burocracia municipal que propiciaba la lentitud, algo que menguaba su eficacia. Así, en el año 1985 se creó el Instituto de Bienestar Social, lo que supuso un hito, pues incluso en España eran muy pocos los ayuntamientos que contaban con dicho servicio. No fue una tarea fácil porque los altos funcionarios estaban en contra, ya que suponía la creación de una institución municipal con autonomía funcional y económica, y eso mermaba el poder del secretario como jefe de personal y también del interventor, pues tendría su propio discurrir económico sin su fiscalización.

Sin embargo, la corporación cacereña supo ver que este servicio necesitaba más agilidad funcional y requería su propia gestión. Comenzó a andar en el mismo lugar con dos asistentes sociales y una secretaria, e inició su recorrido tratando de coordinarse con otros servicios sociales de la comunidad y con la Junta de Extremadura.

Hoy, gracias al esfuerzo de muchas personas, trabajadores sociales y concejales, se ha convertido en un servicio imprescindible para muchos cacereños. 

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