El alcalde, Luis Salaya, y la plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres, el colectivo ciudadano que ha abanderado el ‘no’ al proyecto de una mina en Valdeflores, se distancian. Este miércoles ha sido la primera vez que han mostrado discrepancias en público desde que en diciembre del año 2017 el grupo municipal socialista expresase por primera vez su negativa clara a la iniciativa. Fue cuando se conoció el plan que la empresa (entonces era Plymouth Mineral, la anterior denominación que tenía Infinity Lithium) presentó en la Junta de Extremadura para excavar una mina a cielo abierto y se empezaron a conocer los efectos y dimensiones de la misma. La plataforma se constituyó unas semanas antes, aunque ya había ciudadanos que rechazaban la mina y que luego formaron la plataforma.

Ha habido en las últimas semanas varios movimientos que concluyen en este desencuentro, que es muy importante porque el gobierno local, la opinión del ayuntamiento es decisiva para que haya o no mina, ya no va junto a la plataforma. Es la primera vez que están uno enfrente del otro en cinco años. No es un distanciamiento irreversible, aunque ya se marcan distancias. La empresa de la mina había anunciado en octubre de 2021 que la extracción ya no sería a cielo abierto, sino subterránea. Pero no fue hasta hace dos semanas cuando el alcalde recibió a los promotores de la mina y siete días después se hizo público que dos grandes multinacionales construirán en Navalmoral una gigafactoría para producir baterías que necesita litio y en Cáceres lo hay. Además ya no se escucha del gobierno local un ‘no’ rotundo a la mina, sino que el mensaje es que se tendrá que estudiar el proyecto de mina subterránea cuando la empresa lo registre en la administración autonómica y en la municipal.

A todo lo anterior se suma que ningún otro grupo político se pronuncia en estos días (Cs siempre se mostró a favor de estudiar el proyecto, incluso el de la mina a cielo abierto, mientras que Cáceres Viva se mostró hace unas semanas a favor, con condiciones, de la mina subterránea). Unidas Podemos sí habló este miércoles y lo hizo para volver a mostrar «su rechazo frontal» a una excavación minera, explicando que sale a la opinión pública «ante los supuestos cambios de postura» del equipo de gobierno municipal. La valoración de Unidas Podemos no es una más, sino que es la del partido en el que el gobierno en minoría de Salaya ha encontrado más apoyo, hasta hay un acuerdo de legislatura que tiene entre sus condiciones que no habrá mina. Muchos escenarios políticos, sociales (con movilizaciones en la calle) y económicos están ahora abiertos.

La causa de este distanciamiento entre el alcalde y la plataforma es el cambio del proyecto, que de mina a cielo abierto pasa a subterráneo, y la posición que sobre el mismo mantiene cada parte. El detonante han sido unas declaraciones del alcalde este martes en la Cadena Cope y el comunicado hecho público este miércoles por la plataforma ciudadana Salvemos la Montaña. Además las afirmaciones de ambas partes vienen precedidas de un encuentro que mantuvieron el lunes.

Es sus declaraciones a la Cope, el alcalde comentó que el gobierno local «no está en la oposición al proyecto nuevo -de mina subterránea-, estamos en contrastar que las cosas se hacen bien, que son legales» y en analizar lo que propone la empresa, ahora se llama Extremadura New Energies, cuando registre el proyecto de mina subterránea. Añadió que lo más importante es que la decisión se va a tomar en Cáceres y subrayó que aún «no está tomada» porque antes se debe analizar el proyecto y «debe haber un debate social».

A lo anterior (que es obvio porque si al final se presenta el proyecto se tendrá que analizar e informar sobre su viabilidad, además habrá un amplio debate con las alegaciones que se presentarán) se sumó una alusión de Salaya sobre la reunión mantenida el lunes con la plataforma, el alcalde aseguró que les trasladó a los representantes del colectivo social que respeta su posición de negativa al proyecto, pero que si su postura es de rechazo «sin verlo -el proyecto de mina subterránea- ni ir más allá, aquí se separan nuestros caminos». La diferencia, con anteriores intervenciones del alcalde, es que ya no hay un no rotundo a la mina. Y la explicación, que ya dio el lunes el alcalde y repitió el martes, es que la mina a cielo abierto va a quedar descartada y hay un nuevo proyecto subterráneo que «si lo que dice la empresa -Extremadura New Energies- es verdad, puede ser un proyecto beneficioso para la ciudad (...) nuestro deber es analizar el proyecto con todas las garantías de la administración pública -informes sobre su viabilidad ambiental y el impacto sobre la ordenación del territorio ya que se hace sobre un suelo que el plan general municipal de urbanismo protege-».

La plataforma contestó este miércoles que no está enrocada «en el no porque no» y afirmó que el nuevo proyecto subterráneo se examinará por su parte una vez que se registre en la administración y se someta a los periodos públicos de exposición. Hasta entonces su postura seguirá siendo de recelo hacia la iniciativa por los antecedentes de la empresa, que les llevan a «sospechar y desconfiar que están vendiendo algo que no existe, y las sospechas se agravan con el conocimiento de los antecedentes y de la trayectoria que hemos venido observando durante estos cinco años de acumulación de expedientes sancionadores y multas pecunarias», se indica en el comunicado.

Tras detallar todas las causas que motivan esa desconfianza, la plataforma cierra su nota deseando al alcalde que «duerma tranquilo a partir de esta separación de caminos con la plataforma» y que descanse mejor «por haber abandonado una postura que ahora llama populista».

Entre esas razones que provocan desconfianza está la propia información difundida por la empresa en sus comunicados a la bolsa de Sidney sobre «el escaso porcentaje de mineral que ha resultado de las muestras y testigos extraídos del subsuelo del valle de Valdeflores». Además «no existe en ningún lugar del mundo ninguna mina subterránea con las características tan sostenibles» que presenta la empresa. A lo anterior se suma que la empresa de la mina «no ha sido admitida en el Perte del vehículo eléctrico ni está en el consorcio creado al efecto». Y además se añade la falta de concreción en las presentaciones de la empresa sobre el lugar del acceso subterráneo a la mina y la localización de la planta para procesar el mineral.

PORTAVOZ DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

González: «Ojalá sea viable medioambientalmente porque sería bueno para Cáceres y Extremadura”

«Ojalá sea un proyecto -la mina subterránea en Valdeflores- viable medioambientalmente porque sería bueno para Cáceres y para Extremadura», aseguró este miércoles el portavoz de la Junta de Extremadura, Juan Antonio González, a preguntas de los medios de información tras la reunión del consejo de gobierno.

González indicó que la Junta no se posicionará oficialmente sobre el proyecto hasta que el mismo se registre en la administración autonómica, competente en minas, y se informe por parte de los técnicos. Pero a continuación expresó su deseo de que «ojalá sea un proyecto viable medioambientalmente». Luego mostró su confianza en que por parte de la empresa minera «se haya aprendido la lección (un proyecto de mina a cielo abierto no se va a autorizar, ya se ha denegado el permiso de investigación)» y en que el nuevo proyecto de mina subterránea «se adecue a la normativa ambiental, es lo que le deseo al proyecto, sería bueno para Extremadura y para Cáceres porque buscamos un desarrollo que sea sostenible».

También en su respuesta a las preguntas hechas por los medios de información, el portavoz de la Junta suscribió las declaraciones realizadas en los dos días previos por Luis Salaya. Comentó que sus manifestaciones son fruto del «sentido común y de la coherencia» porque será tras el registro del proyecto en la administración autonómica cuando «se valorará, y si es ambientalmente viable, no tiene que haber ningún tipo de problema». Si los informes son favorables, «ningún político se puede oponer». Aunque no citó a la plataforma, González aseguró que no entiende «que sin conocer el proyecto -de mina subterránea- haya oposición» al mismo.