El festival de Teatro Clásico de Cáceres rompe el silencio del ‘bullying’. La cita aprovecha el ecuador de una edición con cifras previas a la pandemia para dar un doble paso. En primer lugar, coproducir una obra extremeña, la segunda en esta edición, y en segundo, que el montaje no sea una adaptación de un texto clásico y que haga alusión directa a un tema social de actualidad: el acoso escolar.
De esta forma, y bajo el sello de calidad del festival, se estrena este miércoles ‘Menina, soy una puta obra de Velázquez’, un montaje de Proyecto Cultura que dirige Pedro Luis Bellot e interpreta la actriz extremeña Nuqui Fernández. Esta es la segunda pieza que comanda la productora extremeña tras el éxito de ‘Conquistadores’. El pase será a las 22.30 horas en el escenario de San Jorge. Las entradas se pueden comprar en la taquilla y en la web del Gran Teatro y el aforo se encuentra prácticamente al completo.
Para desglosar los detalles de la obra comparecieron este martes, a horas previas del estreno, los protagonistas en el patio del restaurante Atrio Torre de Sande. Estuvieron presentes Fernández y López Bellot junto a la productora Marta Moreno y la directora del consorcio Gran Teatro y del festival, Silvia González.
Sobre la pieza, la actriz detalló que la obra aborda un tema «universal» como es el ‘bullying’ porque según precisó, «todo el mundo lo sufre o lo genera». En ese sentido, confiesa sentirse reconocida en el papel que interpreta, una mujer a la que llaman despectivamente ‘menina’ en alusión a la obra del pintor porque su cuerpo no responde a un patrón canónico. «Es un personaje que lo siento muy mío, que está pegado a mi piel, a mis emociones», puso de relieve. En esa línea, incidió en la importancia de abordar este tipo de temas sobre el escenario y apeló al poder transformador del teatro «para cambiar el mundo».
Será Fernández la que lleva la voz de la obra, que está escrita como monólogo y que, según su propio autor, ha sido concebida a medida para ella. En cuanto a las particularidades de la pieza, López Bellot calificó el proceso para darle forma como «reto» porque el objetivo en todo momento era llegar «a un público que es asiduo a los festivales clásicos pero que no es asiduo al teatro contemporáneo» y «atraer a los chavales jóvenes», esta última una gran cuenta pendiente de las salas y los festivales. «Hay una gran problemática, en el siglo XX era el analfabetismo y en la actualidad es la ignorancia por la sobreinformación, el teatro no tiene la clarividencia para llegar de forma concreta y saber qué buscan los jóvenes o contar sin que en todo momento se les juzgue» , concluye.