Los cacereños están acostumbrados a ver cómo los grandes proyectos suelen esfumarse entre trabas medioambientales, incumplimientos políticos y reducciones presupuestarias. Por eso, el de ayer fue un acto cuanto menos relevante para la ciudad. La propia ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, acudió personalmente a la presentación oficial del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE). Se comprometió a invertir 74,5 millones de euros para que la primera fase comience a funcionar a finales de 2023 en el Cuartillo, con 150 empleos (investigadores y técnicos). Pero, al margen de los anuncios, lo importante es que el proceso efectivamente avanza. El terreno cedido por Diputación está a falta de un trámite, se ha contratado a través de la Uex a los cuatro directores de área, y seguidamente se publicaran las primeras convocatorias de selección del personal.

No es un proyecto más. Europa busca soluciones para poder almacenar la energía generada a través de fuentes renovables y limpias. Todavía no resulta posible. Este límite condena al planeta a depender de los combustibles fósiles para responder a la demanda a gran escala de hogares e industrias. Se trata de uno de los principales retos para la comunidad científica internacional, y el CIIAE de Cáceres nace como un centro de vanguardia y referencia hacia esa meta: lograr la transición energética y frenar el cambio climático. ¿Cómo? Centrándose en tres áreas clave: hidrógeno verde, baterías y supercondensadores, y energía térmica. «Vamos a cambiar el mundo desde Cáceres», destacó ayer la ministra.

Ni siquiera es un centro nacional, sino internacional, con dimensión europea, ya que se acomete en colaboración con el Gobierno portugués y estará regido por un organismo conjunto (hasta su creación lo desarrollará el Parque Científico y Tecnológico de Extremadura FUNDECYT, a raíz del convenio suscrito con la Junta). «Se trata de un reto apasionante. Desde este Centro de Investigación protagonizaremos la revolución energética industrial de Europa, dando respuesta a un desafío fascinante: averiguar cómo se almacena el sol, el hidrógeno, cómo se guarda y se transforma la energía limpia, barata e ilimitada del futuro», subrayó Diana Morant. Su homóloga portuguesa, Elvira Fortunato, titular de Ciencia, Tecnología y Educación Superior del país vecino, que también acudió a este acto en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión, destacó su apoyo a «un nuevo espacio que permitirá la investigación de excelencia en un sector tan importante para España, Portugal y toda Europa, en aras a un futuro más verde y sostenible».

"Con este centro, vamos a cambiar el mundo desde Cáceres"

DIANA MORANT - Ministra de Ciencia e Innovación

Serán 11,6 hectáreas con un edificio principal de 10.000 m2 (oficinas, laboratorios...), plantas piloto y una incubadora de empresas de base tecnológica que se retroalimentarán con el conocimiento del propio centro. Mediante esa fórmula, «trabajando codo con codo con nuestros vecinos, conformamos esa isla energética que liderará la transición ecológica en Europa para alcanzar la neutralidad climática en 2050», señaló la ministra española, que advirtió: «El cronómetro está en marcha, la comunidad científica ha lanzado un ultimátum, porque sino revertimos a la mitad las emisiones de CO2 en ocho años, los efectos del cambio climático serán más devastadores».  

Investigación a distintos niveles

Y fruto de este reto, afirmó, nace el centro cacereño, que contará con instalaciones de vanguardia para desarrollar todo el ciclo del almacenamiento de la energía a distintos niveles, desde la química y la física de los materiales hasta el ensayo de sistemas de almacenamiento conectados, en escalado y la aplicación industrial final. De ahí la necesidad de contratar investigadores y técnicos, «de atraer al mejor talento innovador», matizó Diana Morant.

Por cierto que, además de los 150 empleos directos, la titular española de Ciencias anunció la creación de «más contratos para la formación de doctores en centros de I+D de Extremadura», y la financiación de proyectos de colaboración público-privada, dentro del Plan Complementario de Energía e Hidrógeno Verde.

En suma, tecnología punta aplicada a la energía, un proyecto cuya singularidad también fue señalada ayer por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en un momento en el que «los problemas de antes son ya amenazas reales», dijo refiriéndose al cambio climático. «Si no actuamos, dejaremos un auténtico desastre para el futuro», afirmó, recordando además los graves problemas del precio de la energía a día de hoy. Vara urge la necesidad de que Europa recupere su soberanía energética, industrial y agraria, tras quedar estas carencias al descubierto con la pandemia y la guerra de Ucrania. De momento, destacó, «nuestra región ya tiene el 25% de las fuentes renovables del país, y esto acaba de empezar…».

Vanguardia y reto demográfico

Por su parte, el presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, concretó que la cesión de los terrenos en el Cuartillo solo está pendiente de la firma de la escritura. «Este centro pondrá a la ciudad, a la provincia y a Extremadura a la vanguardia de las energías renovables, contribuirá al desarrollo y por tanto aportará su grano de arena frente al reto demográfico», declaró.

Finalmente, el alcalde puntualizó que el centro situará a la ciudad en el contexto internacional de la transición ecológica: «La convertirá en el epicentro de la investigación energética». Salaya también recordó los proyectos basados en tecnologías avanzadas que están llegando. «A Cáceres le faltaba un plan para el siglo XXI, que se ha ido desarrollando gracias a una sintonía institucional esencial», concluyó.