La Policía Nacional ha desarticulado una gran red de tráfico de drogas en Cáceres en un operativo que ha concluido con 16 detenidos. Todos los detalles sobre el macrooperativo que se ha denominado 'operación Kbello-Capote' han sido ofrecidos en una rueda en la que han comparecido mandos policiales y la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco.
Aunque esta pasada semana, este diario ya avanzó que la convocatoria de la policía hacía referencia a una de las tres fases en las que se ha desarrollado el dispositivo. En concreto, a la intervención que se saldó con el grueso de los detenidos en la localidad de Eljas, once de los dieciséis acusados, todos pertenecientes a una misma familia y vinculada al contrabando de tabaco. También se avanzó que el caso está siendo instruido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Coria.
Entre los detenidos hay cuatro mujeres y doce hombres, y están acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, defraudación de fluido eléctrico, contrabando de tabaco, tenencia ilícita de armas y contra la propiedad industrial. De todos ellos, catorce se encuentran en este momento en prisión provisional.
En todo el dispositivo han participado la Comisaría Provincial de Cáceres, el grupo operativo local de la Comisaría de Plasencia y el grupo Udyco XIV de la Jefatura Superior de Madrid, participando Unidades de las Jefaturas Superiores de Extremadura, estupefacientes Badajoz, UPR, Tedax-NRBQ, Guías Caninos y Grupo de Estupefacientes de Mérida.
En cuanto a los detalles, en la intervención se han incautado 13 kilos de cocaína, 23 kilos de sustancia de corte para adulterar la droga, 87.000 pastillas, 250.000 euros en metálico y armas, entre las que se encuentran varias granadas. La operación se inició en febrero de 2021 y se ha prolongado hasta junio de este año. En total, se han realizado 13 registros domiciliarios de manera simultánea, en las localidades de Cáceres, Plasencia, Malpartida de Plasencia, Coria, Eljas, Parla (Madrid), Burela (Lugo).
En relación al clan familiar, donde estaba integrado el cabecilla, un histórico del contrabando de tabaco, la policía pudo constatar en sus investigaciones que llevaba un alto nivel de vida. Tenían una finca con cinco grandes viviendas, piscinas, turismos y motos de alta gama aunque carecían de ingresos.
