El Periódico Extremadura

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MOVILIDAD SOSTENIBLE: EL FUTURO MAPA DE LAS RECARGAS

Cáceres tendrá lista su red pública de electrolineras en 2023 con uso libre

Diputación instala 54 puntos de carga media y rápida que darán servicio gratuito en los dos primeros años. La suma de los equipos, que incluyen marquesinas solares de autoconsumo, supondrá 2,8 millones de €

Electrolinera en el complejo San Francisco de la capital cacereña. EL PERIÓDICO

En dieciocho años solo se podrán vender coches eléctricos. Cien por cien eléctricos. Los concesionarios ni siquiera tendrán híbridos. Por tanto, toca correr para que estos vehículos salgan rentables, es decir, para que al usuario le merezca la pena comenzar a cambiar los motores de combustibles fósiles por modelos de baterías de litio. Además del precio de los coches eléctricos, inalcanzable para numerosas economías domésticas, ahora mismo ni siquiera resulta seguro salir de viaje porque en muchos territorios no hay electrolineras que garanticen una recarga más o menos rápida. Esta vez la iniciativa privada camina despacio y será la Administración (normalmente más lenta), la que construya la primera red de electrolineras en la geografía cacereña.

Correrá a cargo de la Diputación Provincial que, a través de tres programas con ayudas de la Junta de Extremadura y de la UE, instalará 54 puntos de recarga en 52 municipios por 2,8 millones de euros. Todos serán de carga media y rápida. Esta última opción se considera prioritaria siempre que el municipio tenga las instalaciones precisas. Existe otra aportación de última hora: todos llevarán marquesina solar para generar energía. Si se cumplen los plazos, la red completa estará en marcha en el verano de 2023. «Durante los dos primeros años, las cargas serán gratuitas porque nuestro objetivo consiste en fomentar precisamente el uso del vehículo eléctrico. Diputación asumirá ese coste. A partir de entonces comenzará a cobrarse», explica Alfonso Beltrán, vicepresidente segundo y responsable de Medio Ambiente y Transición Ecológica de la institución provincial.

TODAS LAS ELECTROLINERAS PROYECTADAS:

  • Plan Urbansol: 210.699 €

Cáceres, Alcántara, Navas del Madroño, Valverde del Fresno, Moraleja y Valencia de Alcántara

  • Plan Moveca I: 311.733 €

Ahigal, Aldeanueva del Camino, Cabezuela del Valle, Cañaveral, Hoyos, Pinofranqueado, Vegas de Coria, Zarza la Mayor, Guadalupe, Jaraíz de la Vera, Talayuela, Miajadas, Torre de Santa María, Trujillo, Coria y Montehermoso.

  • Plan Moveca II: 1.926.300 €

Casar de Cáceres, Arroyo de la Luz, Galisteo, Hernán Pérez, Jarandilla, Madrigalejo, Malpartida de Plasencia, Mirabel, Pozuelo, Rosalejo, Tornavacas, Torrejoncillo, Aldea del Cano, Salorino, Navalmoral, de la Mata, Madroñera, Cedillo, Carbajo, Aliseda, Monroy, Logrosán, Aldeacentenera, Pasarón, Deleitosa, Torrejón, Serrejón, Villanueva de la Vera,Acehúche, Peraleda de San Román y Navalvillar de Ibor.

Dicha red se ha creado de tal manera que «no existan nunca más de 50 kilómetros de distancia entres dos electrolineras», detalla Beltrán. Al menos entre las 54 de la Diputación, porque es cierto que la provincia cacereña ya tiene otro medio centenar de instalaciones de uso restringido (hoteles, hospederías, campings, talleres de automoción...), además de la Supercharger Tesla en Almaraz y algunos equipamientos municipales, de tal modo que podrán pasar del centenar el próximo año.

Según los datos de la asociación de Fabricantes de Vehículos y Camiones (Anfac) y la de concesionarios (Faconauto), que son los dos grandes colectivos del sector, los 12.000 puntos de recarga actuales del país tendrán que multiplicarse prácticamente por treinta hasta conseguir los 340.000 que debería haber en 2030, y facilitar así el uso del coche eléctrico. En Cáceres, la infraestructura pública empieza a fraguarse. En 2020, la Diputación ya puso en marcha una red mallada de puntos de recarga de vehículos eléctricos, financiados a través de la UE para la zona fronteriza de España y Portugal, capaces de interoperar entre sí mediante la Plataforma de Gestión Urbansol.

Se ubican en Alcántara, Navas del Madroño, Moraleja, Valencia de Alcántara, Valverde del Fresno y Cáceres (tiene tres, uno doble en el complejo San Francisco). Supusieron un desembolso de 210.700 euros y ya están funcionando, pero incorporarán una mejora que se extenderá a todas las electrolineras previstas: llevarán marquesinas solares de autoconsumo.

«Estas marquesina no cubren las necesidades completas de energía que requieren los sistemas, pero se trata de un aporte necesario que deberá ir a más», subraya Alfonso Beltrán. Además, «permiten proteger tanto a los equipos como a los usuarios de la inclemencias meteorológicas, así no estarán continuamente a la intemperie».

«Queremos hacer posible que tanto los cacereños como los turistas siempre encuentren un punto de recarga para sus coches eléctricos a un máximo de 50 kilómetros.

ALFONSO BELTRÁN - DIPUTADO PROVINCIAL RESPONSABLE DE TRANSICIÓN ENERGÉTICA

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Tras Urbansol ha llegado el Plan Moveca, que completará la red mediante 46 electrolineras más que requerirán una inversión de 2,6 millones de euros, aprobados ya por el pleno de la Diputación Provincial. Las primera fase contempla 16 puntos de recarga con las marquesinas solares incluidas (633.733 euros en total). Estarán emplazadas en Ahigal, Aldeanueva del Camino, Cabezuela del Valle, Cañaveral, Hoyos, Pinofranqueado, Vegas de Coria, Zarza la Mayor, Guadalupe, Jaraíz de la Vera, Talayuela, Miajadas, Torre de Santa María, Trujillo, Coria y Montehermoso.

El concurso ya ha sido adjudicado y solo resta su ejecución, si bien las empresas han solicitado una prórroga por los problemas de suministro de material derivados de la situación internacional. La previsión es que a final de año puedan entrar en funcionamiento.

La fase más intensa

La segunda fase (Moveca II) contempla 30 electrolineras con marquesinas solares y un desembolso de 1,9 millones. «En estos momentos se redactan los proyectos y pretendemos que en verano de 2023 se encuentren todos en marcha», calcula el diputado responsable del área. Sus ubicaciones serán Casar de Cáceres, Arroyo de la Luz, Galisteo, Hernán Pérez, Jarandilla, Madrigalejo, Malpartida de Plasencia, Mirabel, Pozuelo, Rosalejo, Tornavacas, Torrejoncillo, Aldea del Cano, Salorino, Navalmoral, Madroñera, Cedillo, Carbajo, Aliseda, Monroy, Logrosán, Aldeacentenera, Pasarón, Deleitosa, Torrejón, Serrejón, Villanueva de la Vera, Acehúche, Peraleda de San Román y Navalvillar.

Los 54 equipos tendrán carga media o carga rápida, «aunque vamos a intentar que todos lleven carga rápida allá donde las condiciones lo permitan, en municipios que dispongan de un centro de transformación eléctrica, hoy la mayoría», precisa Beltrán. La rápida consigue reponer las baterías de un coche en menos de 15 minutos. La media necesita entre 1,5 y 3 horas (estos tiempos se reducen cada año). Por ejemplo, las poblaciones de más de 5.000 habitantes (Cáceres, Plasencia, Navalmoral, Coria, Miajadas, Trujillo, Talayuela, Moraleja, Jaraíz de la Vera, Montehermoso, Arroyo de la Luz y Valencia de Alcántara) no tendrán ningún problema en incorporar los equipos de mayor potencia.

«Queremos hacer posible que tanto los cacereños como los turistas puedan desplazarse por la provincia con coches eléctricos, y que siempre encuentren un punto de recarga a un máximo de 50 kilómetros. Los emplazamientos se han escogido estratégicamente para que así sea y para que estén próximos a las carreteras de mayor tráfico», detalla Alfonso Beltrán. No se trata de una tarea fácil ni económica, al ser Cáceres la segunda provincia más extensa de España.

«La generalización del coche eléctrico está más cerca de lo que pensamos. Los precios de los combustibles fósiles y la necesidad de hacer frente al cambio climático nos empujarán sí o sí a caminar hacia este modelo, que dominará por completo las carreteras, con seguridad, en dos o tres décadas», concluye el diputado. 

Una inversión de 2 millones evitará apagones en los municipios

Muchas poblaciones cacereñas han cambiado su alumbrado tradicional por LED, que permite un ahorro en la factura y una contribución a la sostenibilidad del planeta. Sin embargo, el cableado y los cuadros eléctricos se mantienen (algunos acumulan décadas), lo que provoca ciertos apagones cuando se producen lluvias fuertes o continuas.

Precisamente, los cables y otros equipamientos eléctricos suelen carecer de subvenciones específicas, por ello el área de Transición Ecológica de la Diputación de Cáceres, la misma que promueve las electrolineras, convocó el pasado año ayudas destinadas a los ayuntamientos para este fin, por 1 millón de euros. «La demanda fue tal que hemos sacado una segunda convocatoria que duplica esa cantidad», explica el diputado responsable, Alfonso Beltrán. Se dirige a localidades de menos de 20.000 habitantes. Cada consistorio podrá optar a un máximo de 85.000 euros.

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