El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, respaldó (al poco de anunciarse y a través de sus redes sociales) el anuncio que realizó en la Asamblea el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de aprobar un decreto para establecer que el litio que se extraiga en tierras extremeñas deba transformarse también en la región, porque «no puede haber extracción sin industria».

«El presidente Vara incidía en que los proyectos de extracción que consigan desarrollarse en Extremadura (si alguno reúne las condiciones para hacerlo) deberán transformar el litio aquí. Por decreto. Estoy de acuerdo. No puede haber extracción sin industria», publicaba el regidor cacereño.

Las reacciones a ese anuncio también se dieron ayer en la Cámara de Comercio de Cáceres (que ha mostrado su apoyo al proyecto de mina subterránea en Valdeflórez).

Para el órgano cameral esta propuesta llega en el momento justo al estar sobre la mesa dos proyectos «de gran envergadura para la provincia», como son la mina que promueve Extremadura New Energies (ENE) y la gigafactoría de baterías de litio que albergará Navalmoral de la Mata.

«Ambas actuaciones situarán a Extremadura en una posición estratégica en la cadena de valor en las energías renovables y supondrá un acicate económico para la provincia», asegura la Cámara de Comercio.

La Plataforma Salvemos la Montaña también reaccionó a la respuesta de Salaya y apuntó que «planean crear en Cáceres nuevas montañas de escombros; más de 31 millones de toneladas. Pero nosotros preferimos disfrutar la Montaña que ya tenemos con salud».

También apuntaron que ENE propone la mina y la planta de producción «demasiado cerca de la ciudad. Produciría 19.480 toneladas por año de hidróxido de litio; muy peligroso para el ser humano, con riesgo de mutaciones genéticas y cáncer».

La localización de la planta en cuestión estaría en la carretera de Miajadas, «justamente sobre el Calerizo. Y estaría conectada directamente con la estación depuradora (EDAR), donde llegan las aguas fecales de la ciudad que quieren utilizar para lavar el mineral».

Por último, aseguran que «los vertidos y filtraciones tóxicas son habituales en la industria minera» e instan a la empresa a que «retire públicamente esta localización de sus planes de inmediato si quiere reflejar en el proyecto el sentir de la ciudadanía».