El Periódico Extremadura

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LAS 70 ZONAS DE BAÑOS DE LAS COMARCAS DEL NORTE SON DECISIVAS PARA LA ECONOMÍA DE ESTOS MUNICIPIOS

Cáceres abre sus piscinas naturales mientras llega una respuesta oficial

El ministerio debe pronunciarse sobre el plan para adecuarlas que ofrece la Diputación. La CHT lleva dos años avisando a los pueblos de la ilegalidad de muchas represas

Garganta en la comarca de La Vera. Prácticamente todas las áreas naturales de baño están ya habilitadas en julio. TONI GUDIEL

Entre esperas administrativas y el sopor del verano, las comarcas del norte cacereño no lo han dudado y ya tienen listas prácticamente todas sus piscinas naturales. Tampoco era cuestión de restar atractivos al turismo tras dos años devastados por la pandemia. De modo que, quien lo desee, ya tiene a su disposición los charcos de La Vera, Jerte, Ambroz, Las Hurdes y Gata, sin olvidar otros espacios a pedir de boca en el Alagón, las Villuercas o el Tajo Internacional. Las advertencias remitidas a algunos municipios por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) desde 2020 han puesto en jaque estas zonas de baño, por el temor de los ayuntamientos a recibir una sanción, pero la mediación de la Diputación, y de momento la falta de respuesta del ministerio tras reunirse con las confederaciones, han creado una especie de ‘impasse’ que ha dado cobertura a los pueblos para abrir su gran recurso.

Coincidiendo con las quejas de colectivos conservacionistas, hace dos años algunos ayuntamientos cacereños comenzaron a recibir avisos de la CHT sobre la inconveniencia de represar el agua para formar piscinas naturales, ya que, según las denuncias ecologistas, perjudican el libre movimiento de los peces, dañan el entorno y rompen la continuidad del cauce. Se les pedían autorizaciones de las represas hechas en su día, documentos que en muchos casos ni existen porque hasta la propia CHT levantaba muros de hormigón que ya no cumplen los requisitos.

Chequeo, una por una

Superada la peor parte de la pandemia, la Diputación de Cáceres se reunió el año pasado con la CHT para ponerse al frente de un plan provincial que permita habilitar estas represas con los requisitos que se exigen (ya se ha inaugurado un prototipo en Hoyos con todos los permisos y parabienes). De hecho, la institución provincial está chequeando los 70 espacios de baño que formarán parte del plan para determinar qué obra y qué financiación necesita cada uno. Sin embargo, otra vez en 2022, la CHT ha vuelto a poner algunas cortapisas, con visitas de los agentes a los ayuntamientos. Esto ha llevado al presidente de la Diputación, Carlos Carlos, a reunirse con el Secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente para trasladar su propósito de legalizar todas las piscinas, pero a la vez pedir un tiempo prudencial. En definitiva, firmar un plan o protocolo que marque la hoja de ruta.

La institución provincial está ahora pendiente de la llamada del ministerio, tras la reunión mantenida por el Secretario de Estado con las distintas confederaciones del país para abordar el asunto. Este es el ‘impasse’ en el que las comarcas cacereñas han optado por poner a punto sus zonas de baño y no perder más oportunidades, tras una crisis sanitaria grave y una crisis económica que no les permite desperdiciar un solo turista.

Pérdidas millonarias

«Nos hemos metido en el verano y a ver quién le pone ahora el cascabel al gato, quién le va a decir a los ayuntamientos que cierren todas las piscinas, con los pueblos llenos de emigrantes retornados y de turistas, con los negocios de hostelería ya en marcha con su canon y sus empleados», señala Ignacio Lozano, presidente de la Asociación Turismo Norte de Extremadura (Aturnex). Argumenta que estos espacios de baño «son el pulmón y la despensa de muchas localidades en verano, pero también en invierno, porque la gente, aunque no esté allí todo el año, encarga mejoras y reformas en las viviendas para volver con el buen tiempo, lo que dinamiza la economía local», subraya.

De hecho, Aturnex recuerda que el cierre de las piscinas cacereñas en 2020 por el covid generó pérdidas de 50 millones de euros. «Sin estos espacios se pierde mucho atractivo, incluso las familias con raíces en los municipios comienzan a desconectar, y al final se acelera su despoblación», advierte Ignacio Lozano.

Cuidar los espacios

Tanto Aturnex como el propio presidente de la Diputación reiteran que son los pueblos los primeros interesados en cuidar dichos espacios. En sus últimas declaraciones al respecto, el responsable provincial ha vuelto a incidir en «el empeño de la Diputación para que esto se solucione de una vez por todas», mediante la coordinación de un plan general de mejora de las piscinas, poniendo a disposición del mismo tanto los servicios técnicos para la redacción de los proyectos como la dotación económica necesaria (ya se está elaborando el documento con los expedientes de las zonas de baño). «Lo único que pedimos es una flexibilidad a la hora de ejecutarlo, porque lógicamente en un año no podemos hacerlo», afirma Carlos Carlos.

El plan de la Diputación de momento ha sido del agrado del ministerio, ya que el Secretario de Estado ha manifestado su intención de proponerlo a otras provincias, puesto que supone una solución integral, aunque todavía no han llegado las respuestas oficiales. «Es un tema que debemos solucionar porque afecta al desarrollo económico de toda la zona norte de Cáceres», sostiene Carlos Carlos. 

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