El sindicato CSIF ha instado al ejecutivo municipal a cerrar un nuevo cuadrante de turnos para los policías locales, aunque sea de forma provisional, “para demostrar su efectividad. Pero se niegan y se agarran al mayor coste que supondría para el servicio”, lamenta José Luis Ruiz, responsable de Policía Local en el sindicato CSIF, que ayer afeó el “talante poco negociador” del gobierno de Luis Salaya, al tiempo que expuso que “llevamos esperando a que nos convoquen a una reunión desde hace 15 días, sin ningún movimiento”. 

El sindicato afirma también no entender la actitud de la concejala de Seguridad, María José Pulido, ya que “es justo y acorde al de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que realizan turnos de 24 horas”. E insisten en que el cuadrante actual “incumple” el acuerdo- convenio del Ayuntamiento de Cáceres, y quieren que se aplique un coeficiente para las horas nocturnas y que éstas computen en tiempo por encima de las diurnas.

Igualmente, apuntan a que ya se trasladó al Gobierno municipal un informe de la Jefatura de la Policía Local Que establece la viabilidad de ese nuevo cuadrante sin que suponga mayor coste. “Nos molesta que no se hable de esto”, señala Ruiz en alusión a las declaraciones de Salaya del pasado 8 de julio, cuando manifestó que las pretensiones sindicales implican mayor coste y encarecerían el servicio en la ciudad.

Salaya manifestó entonces que “una reducción de las horas de trabajo, teóricamente, no cuesta más dinero, pero en la práctica sí. Porque si los agentes están en sus jornadas ordinarias menos tiempo en la calle, se necesitan muchos más servicios extraordinarios, que se pagan más”.

También restó importancia hace una semana al conflicto: “Estamos dentro del proceso habitual de negociación. Lo que pasa es que se ha puesto el foco por todo lo que ha sucedido en Badajoz, pero este ayuntamiento no va a entrar en la dinámica del consistorio pacense. Y vamos a evitar a toda costa tomar decisiones como las que se han tomado allí”.

Un conflicto laboral que se ha precipitado en mitad de la organización de uno de los eventos musicales que se prevén más multitudinarios: el macro concierto de Los 40 Summer Live, cuya gira arranca hoy en Cáceres, con cantantes ‘mainstream’ como Abraham Mateo y Beret, y para el que se ha fijado un aforo máximo de 15.000 personas en la Plaza Mayor.

En un comunicado conjunto, CSIF y UGT manifestaron ayer sus dudas sobre la seguridad del evento por la falta de agentes: “Cuando se habla de 34 agentes locales, hay que precisar que ese número se corresponde con los agentes totales en los tres turnos. La realidad es que durante el concierto no coincidirán más de 10 policías locales a la vez”. Esto, según los sindicatos, sería insuficiente para evitar el botellón, que no está permitido, y la entrada de vidrio en el recinto monumental.

En cuanto a la seguridad privada anunciada, Ruiz recuerda que son profesionales cuya labor “se limitará al conteo de personas en la Plaza Mayor” para asegurar el aforo. En este caso, también han esgrimido la existencia de un informe de la Jefatura de la Policía Local dando cuenta de las dificultades para garantizar la seguridad en el evento. “Queremos que todo salga bien pero ese control no es efectivo; los medios no son suficientes”. Y subrayan que “ha habido mucha precipitación en esto”.

Un extremo en el que coinciden la mayoría de los hosteleros del centro y el Grupo Popular. El portavoz del PP, Rafael Mateos, aludió ayer a la “improvisación” en la organización del concierto, mientras que los hosteleros claman por no poder dispensar bebidas y amagan con cerrar hoy en señal de protesta. “Nos obligan a recoger terrazas pero no podemos vender en las barras. Aquí el negocio lo hacen los que vienen fuera y los impuestos, para nosotros”. 

Mateos critica que el ejecutivo municipal haya avisado a los hosteleros "con 48 horas de antelación de que su actividad se verá afectada, ya que deben retirar las terrazas a las 17.30 horas, aunque el concierto no dará comienzo hasta las 21.30 horas".

Esto, a juicio de Mateos, “evidencia la falta de empatía y el nulo compromiso del alcalde, Luis Salaya, con este sector”.