José María López Sanfeliu (Figueras, Gerona, 3 de abril de 1952), más conocido como Kiko Veneno, será una de las grandes estrellas de los conciertos del Museo Pedrilla. Imposible olvidar ‘Volando voy’ o ‘En un Mercedes Blanco’. El 12 de agosto Cáceres volverá a cantarlas.

--¿Usted qué piensa, que los mejores conciertos de un artista son los primeros o los últimos de la gira?

--No tengo una teoría exacta. Personalmente, al principio de gira los temas están más frescos y después puedo ver cómo van evolucionando las cosas, compartir opiniones con los demás músicos. En los primeros conciertos ocurre algo que es muy bueno para la música: la sensación de vértigo. En ese momento no hay nada mecanizado. Quizá cuando ya llevas numerosas actuaciones van sobre ruedas, aunque todas son muy especiales y diferentes.

--¿Cómo será el show en Cáceres?

--Habrá canciones de los primeros discos, y por supuesto también de los últimos, y las más emblemáticas, las que más nos pide siempre la gente. Yo siempre lo digo, que los conciertos parece que no los hacemos nosotros, sino el público con nosotros, que es muy diferente, porque de verdad que cantan todo, y es algo maravilloso.

--¿Qué ingredientes tiene que tener una canción para cosechar tantos éxitos como ‘En un Mercedes blanco’, ‘Volando Voy’ o ‘Lobo López’?

--Suerte y una difusión adecuada. Parece que cuesta más, pero al final, cualquier detalle va a maximizar el mensaje y es importante. Con historias, las canciones tienen mucho más alcance. Y sobre todo alegría, musicalidad, buena poesía, humor y bastantes ganas.

--¿Ha tenido alguna vez la tentación de comprarse un Mercedes?

--Tengo un Mercedes viejo, y lo pinté de blanco. Mejor dicho, me lo pintaron de blanco, porque fue un regalo de mi familia y amigos.

--¿Colaborar con C. Tangana le ha abierto una ventana a otros públicos?

--Sin duda alguna, es un fenómeno. Lo que me interesaba era constatar que es un creador muy bueno e inteligente y que ha conseguido que gente de diferentes edades escuche algo moderno. Y eso es mérito de su excelente trabajo.

--Para un cantante consolidado de su nivel, ¿qué son las críticas?

--Las críticas que me interesan son las que me hace mi mujer y mis hijos, amigos, la gente que te encuentras. Y, del resto, por supuesto que nos interesa saber qué se opina, pero si es constructivo. En mi carrera tengo la suerte de que, salvo algunas críticas de dos periódicos, todas han sido muy buenas.

--¿Es el suyo un trabajo de 24 horas con servicio de urgencias?

--Sí, (risas). Es mi oficio. Yo soy compositor, por encima de músico, intérprete y todo lo demás. Tengo que estar siempre al loro en cualquier circunstancia del día. Siempre voy apuntando las cosas que luego utilizo en las canciones. 

--¿Cómo lleva el paso del tiempo?

--Muy bien. La música es lo que me mantiene activo y me saca de la rutina. No puedo quejarme.