Margarita Gómez Borrella, de 73 años y residente en el barrio de San Marquino de Cáceres, ha aparecido este domingo en buen estado tras ponerse en marcha un protocolo de búsqueda por parte de la Policía Nacional, que se inició en la tarde del sábado a raíz del aviso realizado por su propia familia.

La desaparición se produjo hacia las seis de la tarde del sábado. Margarita salió de casa a esa hora cuando su marido estaba descansando, pero le extrañó que no volviera a medida que pasaba el tiempo. Según relatan los vecinos, es cierto que a ella le gustaba pasear por el entorno, aunque también es cierto que se había marchado a una hora de excesivo calor. Por ello, al anochecer, sin que la mujer hubiese regresado a su domicilio, sito en los adosados de la calle Fuente Rocha, su familia decidió acudir a las dependencias policiales para denunciar su ausencia.

Los vecinos de la zona se enteraron de lo ocurrido y rápidamente se ofrecieron voluntarios para participar en un dispositivo de búsqueda. A las cinco de la madrugada todavía había gente deambulando por media ciudad, desde la Fuente del Corcho, la ronda Este y los alrededores de la Montaña, hasta la zona de Cabezarrubia. Temían que hubiese sufrido un accidente.

Los propios vecinos son los que han informado este mediodía de que Margarita ya ha aparecido y se encuentra bien. Según explican, la mujer se había dirigido ayer hasta la vivienda de su hija, en la zona oeste de la ciudad, que se encuentra de vacaciones, y allí debió adormecerse o perder la noción del tiempo, de modo que no ha regresado hasta el domingo. La operación de búsqueda se ha dado por concluida y el barrio ya tiene a su vecina de nuevo en casa.