Objetivo: salvar la economía rural cacereña. Esa es la intención de la recién creada Federación Multisectorial de Asociaciones Empresariales Rurales Cacereñas (Femaerca). En la actualidad existen numerosas carencias a nivel empresarial y a nivel social en la provincia y el flamante colectivo quiere darles respuestas. José Luis Clemente, presidente de la Asociación de Empresarios de Gata y Moraleja, incidió ayer en que están haciendo presión para que se les trate de la misma forma que a las zonas más pobladas, "ya que es necesario -dijo- trabajar y defender los intereses rurales en los que coinciden las distintas comarcas de la provincia de Cáceres".

La intención no es otra sino defender las necesidades de los tejidos empresariales en las zonas rurales y con ello hacer partícipe a la población y a la administración, tanto locales, provinciales, regionales y nacionales. La intención es "dotar a las zonas rurales de todos los servicios que enriquezcan social, cultural y económicamente a todos los ciudadanos de estas comarcas, teniendo como principal interlocutor al tejido empresarial guiado por las asociaciones de cada zona".

Clemente es uno de los miembros de Femaerca, federación a la que se suman Jerónimo Sanguilinda, presidente de la Asociación de Empresarios de Coria, María Coronada, presidenta de la Asociación de Empresarios de Miajadas, Juan Carlos Muriel, presidente de la Asociación de Empresarios de Trujillo, así como la Asociación de Empresarios del Valle del Jerte y la Asociación de Empresarios Geo Villuercas.

Clemente se refirió precisamente a la necesidad de industrializar los pueblos porque uno de los principales objetivos que tiene la federación es exigir la dotación de infraestructuras para poder industrializar las comarcas rurales, ligadas a la vez a un binomio que conlleva a la conservación de nuestra fauna y nuestra flora. “Dotar de suelo industrial para que nuestras empresas puedan establecerse en las comarcas rurales, ya que son estas las que verdaderamente crean esa riqueza generando empleo de calidad y haciendo que nuestra población y nuestro talento se quede en las zonas rurales” sentenció.

Exigió una mejora de las carreteras porque en las zonas rurales son de un estado deplorable, a la vez que es necesario rehabilitar el patrimonio cultural para fomentar el turismo y que este no se quede solo en las zonas que poseen cascos históricos. Además, es sabido por todos la catástrofe natural que están suponiendo los incendios para el norte de la provincia de Cáceres, es por eso que el presidente de Arigata pide un cambio en las políticas de gestión de la conservación del monte público para así evitar los grandes incendios que asolan las zonas rurales.

María Coronada, presidenta de la Asociación de Empresarios de Miajadas, también habló en términos semejantes al asegurar ayer que los principales problemas a los que se enfrena el sector es que no hay suficientes políticas y medidas que conecten con la sociedad rural otorgándoles lo que sería necesario: oportunidades, formación y beneficios sociales y económicos.

En la presentación oficial ayer del colectivo, todos reivindicaron mayor atención al mundo rural, que según sentencian está "desprotegido y olvidado". Lo explica María Coronada: "Nuestra principal carencia es que es necesario potenciar todas las medidas porque hasta ahora las que se han ido tomando a grandes rasgos han sido en las capitales o en las grandes empresas, dejando en segundo plano a las zonas rurales".

Por eso, una de las principales acciones será crear un proyecto conjunto, para hacer petición de medidas muy concretas que se necesitan en estas zonas. "Si estas propuestas y estas políticas no se cambian vamos a desembocar en una situación rural de caos, en el sentido de despoblación de gente joven que no encuentra su sitio, formación que se dedica a otras formaciones diferentes a las necesarias y de servicios sociales o sanitarios que se alejan", sentencia María Coronada.

En este sentido, recuerda que el empresariado "es el que mueve el dinero, tanto creando empleo para tener esa economía familiar y poder gastar, como creando las necesidades de las personas que van a comprar. Atendiendo y a la vez generando esa tela de araña económica que necesita la sociedad rural”.

Consolidación

Jerónimo Sanguilinda desempolvó, por su parte, un viejo conflicto: "Nos sentimos desprotegidos de lo que en su día fue la organización empresarial que había en la provincia de Cáceres". El empresario cifró en 1.200 las empresas asociadas a la federación. "Queremos luchar y hacer llegar a las instituciones públicas el hecho de que tienen que esforzarse un poco más por saber y por reconocer que estamos aquí", apuntó Sanguilinda. "Antiguamente estábamos aglutinados en asociaciones empresariales que nos representaban, pero hoy esas asociaciones no existen. Entonces tenemos que unirnos y pedir voz y voto ante las administraciones para que se nos escuche de una forma honrada honesta y se lleven a cabo todas nuestras reclamaciones”, concluyó. 

Del mismo modo, se sigue viendo la importancia que tiene el mundo rural para los componentes de esta federación, pues el presidente de la Asociación de Empresarios de Trujillo, Juan Carlos Muriel, consideró que es importante delimitar el ámbito rural, ya que el objetivo es fomentar la unión con la finalidad de que las asociaciones sean más fuertes y al mismo tiempo ponga en valor todo el territorio. “En ningún momento la federación va a anular a las asociaciones sino que las va a hacer más fuerte”, aseveró.