En tierras extremeñas hay ya más de 80.000 trabajadores autónomos, cifra que ha ido ‘in crescendo’ desde el último año. Son el sector poblacional en el sentido laboral que más sufre cada mes con los pagos que se les exige: cuota mensual por ser trabajadores por cuenta propia, retenciones, pagos de IRPF, IVA, Declaración de la Renta e Impuesto de Sociedades. Con esta larga lista, que no deja indiferente a nadie, muchos son los emprendedores de la ciudad que tienen miedo a lanzarse al mundo empresarial. 

El ministro José Luis Escrivá lleva tiempo intentando hacer una reforma del sistema de cotización de autónomos y llegar a un consenso sobre ello con la patronal, sindicatos y las asociaciones representativas del colectivo para poder ejecutarla. Siete meses después el acuerdo definitivo ha llegado con tramos que irán desde 200 euros en su mínimo hasta llegar a los 500 en los casos en que se alcancen los beneficios más altos

Su proyecto, conformado por tramos, pretende ajustarse a la realidad de todos a partir de 2023 y hasta 2025 donde se estabilizará el reajuste. Esos escalones irán impuestos en función de ganancias y podrán ajustarse hasta seis veces en el periodo de un año por cuenta del trabajador, además de un control por la Seguridad Social para comprobar si las aportaciones son correctas.

La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), con una de sus sedes en Cáceres, ha sido uno de los colectivos que ha presionado al gobierno español para conseguir las mejores condiciones para sus colaboradores, especialmente para no subir la cuota máxima, que ha sido la más perjudicada

En Cáceres

Cerrado el segundo trimestre, los autónomos cacereños están fritos y no por la reciente ola de calor, que también, sino por las altas cantidades de pagos a los que tienen que hacer frente. Es difícil o casi imposible encontrar a quien esté de acuerdo con las tarifas, independientemente del negocio del que trate y su facturación. Llevan arrastrando años de descontento y dificultades económicas de las que ya están casados. 

El reajuste de las cotizaciones de trabajadores independientes puede ser aire fresco para sus cuentas bancarias por ser generalmente pequeñas y medianas empresas las que en Cáceres están asentadas, siendo estas las más beneficiadas. Muchas de ellas verán sus cuotas bajar a 200 euros en tres años, pero hasta que no llegue enero y se hagan visibles, nadie estará tranquilo ni tiene la seguridad de que realmente puedan mejorar sus condiciones significativamente. Fulgencio Manuel Alias, dueño del bar Fulgen Tradición, cree que es algo que «se tiene que ver porque están muy castigados». Él es autónomo, conoce de primera mano lo que supone llevar adelante un negocio y lo que llevan, desde hace tiempo, cargando a sus espaldas. 

Pilar Arquer, dueña de Paradaise Market, una tienda de alimentación orgánica en la calle Motril. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Favorece a unos y perjudica a otros, a quienes han trabajado para conseguir mayores ganancias. Desde agrupaciones de autónomos, como ATA, mencionada anteriormente, se ha intentado frenar a toda costa la subida de las cotizaciones de estos. «Las personas con más beneficios generan una gran riqueza en la sociedad, creando empleo, puestos de trabajo y nuevas fuentes de producción», por tanto «es un error, desde mi punto de vista, castigar a los que tienen más beneficios cuando pueden ser el motor de la sociedad», opina Pilar Arquer de la Prada, dueña de Paradise Market, un comercio de alimentación orgánica.

Quien más o quien menos genere no puede hacer frente a los mismos pagos, pero elevar la cantidad en más del doble puede repercutir negativamente y lastrar el incentivo de aquellos con grandes aspiraciones a crecer. Pilar Arquer, además, hace una comparación con Europa, donde «el coste de autónomos es muy inferior y las bonificaciones a las personas que crean empleo son mucho mayores». Si en otros lugares es sostenible, si tenemos el ejemplo y funciona, se puede mejorar más aún. 

«Los autónomos en España son un poco superhéroes -continúa- y no se puede pedir a todo el mundo que sean superhéroes cuando simplemente están tratando de ganarse la vida». No existen ayudas reales que impulsen el emprendimiento, que faciliten el trabajo de aquellos que quieren hacer crecer sus negocios y pretenden generar empleo. 

Emplear o subsistir 

Contratar a una persona en tu comercio lleva unos gastos muy elevados, que quienes lo intentan ya conocen; no es solo el salario, son también los gastos sociales que subirán notablemente la cuantía.

María Justa, dueña de la tienda de ropa Jota, en la calle Sta. Joaquina de Vedruna. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

María Justa Salas tiene una tienda de ropa, Jota, en el centro de Cáceres, le encantaría «que el negocio fuese de miedo y pudiese delegar esto en alguien», para así «beneficiarnos todos», pero es consciente de lo complicado que es hacer frente a otro sueldo completo y la merma que han sufrido algunos negocios desde la pandemia en 2020.

Contratar personal es imposible para ellos porque no hay ayudas suficientes que se lo permita

No es el único caso. Pilar Arquer lleva años intentando contratar a una persona a tiempo completo, pero cada vez le resulta más complicado por la subida del salario mínimo interprofesional, «lo cual es muy interesante para el trabajador, pero si no va acompañado de una bonificación para el empleo, es misión imposible», añade. 

Esas mejoras que tienen los trabajadores son las que los autónomos exigen. Muchas veces son ellos mismos los que no se pueden ofrecer a sí mismos el sueldo mínimo. Fulgen tiene claro que «sale todo de la misma cuenta» y aunque él tiene trabajadores contratados en su bar, no es posible subir sus salarios periódicamente porque aunque sería beneficioso para todos, no se ajusta a la realidad económica actual en la que la inflación sube, pero «no puede repercutir en el cliente». 

«Es complicado, llega un punto en el que no puedes vivir, sale todo de la misma cuenta»

Fulgencio Alias - Propietario bar Fulgen Tradición

Soluciones a medias 

Pan para hoy y hambre para mañana, una frase del refranero español que refleja muy bien la ecuación de las subvenciones nacionales y autonómicas que reciben los solicitantes y que más tarde, volverán en a las arcas públicas de alguna forma. La pandemia fue un ‘boom’, dinero para todos (aunque tardase en llegar), ayudas y préstamos como los ICO, ante los que muchos, como Fulgen, siguen haciendo frente hoy en día. 

Del Covid-19 donde no había ventas porque la ciudad estaba confinada y por la posterior inflación, los negocios siguen en fase de recuperación y ahora además haciendo frente a la devolución de los créditos que hizo el Estado a interés cero. No saben si fueron ayudas reales, porque en la actualidad, para muchos se suma un problema más. 

«Hay veces que las condiciones de la subvención son como una espada de doble filo»

Pilar Arquer - Propietaria de Paradise Market

Cierto es que «se agradecen, sin embargo hay veces que las condiciones de la subvención son como una espada de doble filo -explica Arquer-, te comprometes a una serie de cosas que a veces son demasiado potentes para tu capacidad financiera». Para algunas ayudas de la Junta de Extremadura son necesarios cumplir requisitos como mantenerse en el tiempo dado de alta, la contratación de empleados o la inserción de familiares, retos que no son posibles en todas las situaciones o que están sugestionados por la prosperidad en el tiempo.  

Mejorar sus condiciones

No son solo los gastos excesivos los que suponen un descontento, la realidad de los autónomos, quienes pagan seguridad social, mutua y muchos impuestos son una gran cantidad de desventajas frente a la que un trabajador pueda tener. No pretenden que «le quiten nada al empleado, pero sí que nos den más beneficios», pide Fulgencio. 

La inmortalidad de la que habla Arquer es un poder que parecen tener muchos, porque, ante su planteamiento, «nos ponemos malos, es difícil faltar a tu puesto de trabajo cuando no hay nadie más que te cubra», tiene una pregunta a la que se da respuesta: «¿Quién va? Pues vas tú». 

Ellos no tienen derecho a paro tal y como lo conocen otros trabajadores, optan a una cesión de la actividad con condiciones claramente delimitadas y excepcionales que no se ajustan a la realidad o necesidades de cada uno. 

«Que te tires toda la vida trabajando, para que luego no te quede nada, me parece muy fuerte»

María Justa - Propietaria de Jota

Dentro de sus derechos se encuentran las bajas por accidente o enfermedad, que les serán remuneradas en función al porcentaje de cuota de autónomo que coticen y que dejan mucho que desear según los que han recurrido a ellas. En el primer caso mencionado, se obtiene el 75% de la base de cotización desde el día siguiente y en el segundo, a partir del cuarto día se cobrará el 60%. María Justa Salas ha pasado por una operación, tuvo que cerrar su tienda un par de semanas, lo ingresado por la baja era una cantidad mínima y el coste de contratar a alguien muy alto. 

Para que no se llegue al cierre temporal y que no se unan dos problemáticas, se debe facilitar la contratación y la retribución que se les ofrece. «Que te tires toda la vida trabajando para que luego no te quede nada, me parece muy fuerte», opina María Justa, «somos los primeros que pagamos, llevamos al día todos los gastos en seguridad social». Ella no es la única que pide las mismas condiciones que cualquier empleado, por tanto, queda mucho que mejorar. Los avances en esta materia son pocos y lentos, pero se espera ver un poco de luz con el comienzo del nuevo año. 

Cansados de pagar muchos impuestos y tener condiciones laborales que dejan que desear

No quiere decir esto que no quede mucho por cambiar y que estos trabajadores que con mucho esfuerzo han conseguido levantar sus negocios, no necesiten no solo del Estado y de su comunidad autónoma, sino de la ciudadanía también para una movilización por el consumo en el pequeño comercio y darles voz.