«Estamos bien. Tranquilos. Algo más aliviados». Lo cuenta Jose Polo, copropietario de Atrio, el relais&chateaux que ha sido protagonista de un robo de película. Dicen que no existe el golpe perfecto y en este caso parece que ha sucedido así tras la detención de los dos presuntos autores del hurto más mediático de la historia contemporánea y que ha tenido como escenario una de las bodegas más prestigiosas del mundo: la del restaurante de la villa medieval de Cáceres.
Los dueños del hotel siguen con el trabajo diario. Polo, al otro lado del teléfono, responde sin perder la compostura, con la misma actitud que le ha caracterizado desde aquella madrugada de 26 al 27 de octubre en la que el hotel cacereño fue objeto de un robo sin precedentes.
«Está claro que la policía hace su trabajo y lo hace bien, pero lo bueno sería que aparecieran las botellas. Nunca pensábamos que los cogerían y los han cogido. Pensábamos que no aparecerían y han aparecido», explicaba en relación a los ladrones. «Igual que ellos han aparecido, lo mismo pueden aparecer las botellas, por qué no», añade Polo, pero insistiendo en que lo ve difícil.
45 botellas en el botín, la más preciada, un Château d’Yquem de 1806 valorado en 310.000 euros
Es más que probable que desde hace tiempo esas botellas estén en el mercado negro. En su botín, 45 botellas de bodegas exclusivas, entre ellas uno de los ejemplares más icónicos de la colección, un Château d’Yquem de 1806 valorado en 310.000 euros. También cargaron con varias piezas de Romanée Conti, con un precio estimado de 12.000 euros cada una. La cifra exacta que suman todos los ejemplares desaparecidos alcanza el millón de euros.
