La colección de la fundación Folch Rusiñol que se expondrá en el futuro museo del Madruelo, junto a la Ribera del Marco, estará cedida a la ciudad para permanezca expuesta al menos hasta 2050. Así lo han acordado los propietarios de los fondos y la Junta de Extremadura, que han firmado un contrato de comodato, es decir, de préstamo de uso, por 25 años con opción a prórroga. 

De esta forma, este futuro museo mantendrá la misma fórmula que se emplea con los fondos del museo Vostell de Malpartida de Cáceres. No se hizo así, por ejemplo, con la colección de la galerista Helga de Alvear, que sí ha cedido su colección a Extremadura. De momento, ha donado ya dos lotes a la región. 

En el caso del Madruelo, la colección que se trasladará a Cáceres es, por un lado, los más de 2.000 instrumentos de todo el mundo, y por otro, los fondos de cerámica española con más de 12.000 piezas. Toda la colección al completo se expondrá el nuevo inmueble que se levante en el solar que dejará el edificio del Madruelo cuando se derribe. 

El proyecto se anunció en 2021. En primer lugar, esta colección iba a exponerse en el palacio Toledo Moctezuma, en el casco histórico, cuando se trasladara el archivo al hospital provincial, también en proceso de reforma, pero tras la negativa de los archiveros a moverse, se buscó una alternativa. 

El acuerdo también es que esté en activo antes de que llegue 2026. Precisamente esta última semana de julio, después de que se adjudicara la primera fase de derribo a una empresa murciana, los operarios han empezado a trabajar sobre el terreno. Según ha informado la Junta a este diario, los trabajadores contratados por la empresa retiran algunas piezas de forma manual y a lo largo de este mes continuarán con medios mecánicos para retirar el amianto, un material presente en la construcción debido a su antigüedad que precisa de un plan especial para trasladarse. Una vez que se concluya este paso, se iniciará el derribo. Los plazos que maneja Cultura es que la demolición se realice este mismo mes.