En el centro de la ciudad existe una zona que poco a poco se está convirtiendo en el punto neurálgico en el que se concentran una gran mayoría de las galerías de arte de Cáceres. Se trata de la confluencia entre las calles Pizarro y Roso de Luna, cercanas al museo Helga de Alvear, edificio contemporáneo alrededor de cuyos muros ruge el motor creativo de artistas que se han decidido a instalarse en este entorno. Chaflán o La Sindicalista son buenos ejemplos que se unen a veteranas como la Sala Belleartes. A ellas se une la adquisición de una casa señorial por parte del Hotel Don Carlos, que realiza obras de rehabilitación para albergar nuevos apartamentos turísticos. 

Helga de Alvear y su prestigio en el campo del arte contemporáneo ha hecho crecer un turismo de calidad. Lo cuenta Gema Jordán, directora del Hotel Don Carlos. Opina que gracias al museo «se está revalorizando mucho la zona a nivel cultural y artístico» y que ello ha hecho crecer el número de turistas.

 Y es que la alemana Helga de Alvear decidió hace tiempo compartir su colección con la sociedad y convertirla en el marco de referencia de un proyecto encaminado a la difusión, producción, investigación y educación relacionados con la creación visual contemporánea.

Hotel Don Carlos. Obras que se están realizando para dotar de más alojamiento en el establecimiento. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Chaflán

En la calle Roso de Luna está el estudio de arte de Marta Barroso, ella trabajaba en casa y necesitaba salir un poco de la burbuja; dividir el espacio personal del profesional, por lo que la única solución era llevar su taller a un espacio físico, si pudiera ser con un escaparate con buen sitio, mucho mejor. «Me dedico al arte, pero a mí me resulta más sencillo de vender mi arte porque está aplicado a productos. No es un cuadro o una obra de arte al uso, que como tal es más complicado de vender. Llevo un par de años trabajando en estos productos y puedo decir que han tenido buena acogida. Además siempre me ha gustado el arte, desde pequeña me fascinaba trabajar con las manos, pero profesionalmente llevo cuatro o cinco años dedicándome a esto. Desde la pandemia hasta ahora con la mezcla de situaciones y el agotamiento mental ha sido cuando he decidido abrir este espacio», cuenta.

«Creo que con el museo y el resto de locales se le da valor a la zona que estaba un poco abandonada»

Cree que las galerías suponen una revalorización de este eje porque el punto fuerte es el museo Helga de Alvear, que de manera casi sinérgica hace que haya una zona de arte. «Pienso que con el museo como cabeza y el resto de los locales a su alrededor, se le da un valor al entorno que ya de por sí estaba un poco abandonada. No se puede competir con el museo porque está en otra liga, pero sí puedo decir que atrae a mucho público interesado por el arte y hace que los que estamos alrededor nos beneficiemos de ello», afirma. 

«A mí siempre me ha gustado la zona porque es céntrica y no está tan masificada como otras del centro, como Pintores o las que rodean a la plaza Mayor. Es un área turística y de paso para muchos lugares, puedo decir que es un sitio estratégico». Añade que ahora no es fácil para ella cuantificar qué tipo de clientes son los que más acuden al estudio, pero lo que sí afirma es que hay una gran cantidad de turistas y que cada vez son más los que lo frecuentan. 

Chaflán. Marta Barroso muestra uno de los múltiples productos que crea. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

La Sindicalista

A unos metros del estudio de Marta Barroso se encuentra La Sindicalista, un estudio de arte que regenta el joven salmantino Alejandro Quintano y que está asentado en el lugar desde hace un par de años. Quintano indica que a nivel de clientes el abanico es variado. «Hay días que vienen turistas o gente que nos conoce por redes y viene de visita, pero mucha gente es de aquí de Cáceres y está interesada en los talleres que hacemos o en las exposiciones».

Explica que ya trabajó junto a su compañero en el campo del arte, en concreto en Madrid, en galerías en el museo Thyssen: «Nos vinimos aquí antes de la pandemia, trabajábamos online, con diseños y más cosas».

«Hay muchos artistas que están recluidos y no salen porque no hay lugares donde exponer sus obras»

Después de la pandemia decidieron abrir un estudio para hacerse más visibles. «Aunque sabemos que es difícil, hay que apostar por ello, porque si no lo hace nadie desaparece y la cultura no debe desaparecer.» Del mismo modo, hace un llamamiento diciendo que «la gente se piensa que el arte es gratis y como cualquier profesión se paga. Todos tenemos derecho a vivir de aquello que nos guste», sentencia. Y apostilla: «Hemos creado este local para dar acogida a todos los artistas que quieran informarse y que quieran vivir de ello o saber por donde tienen que encauzarse». 

Quintano, al igual que Marta, comparte que el museo Helga de Alvear hace un efecto llamada pues con la nueva apertura ha abierto la posibilidad de que los comercios, los locales, las galerías culturales y artísticas puedan abrirse camino. «Nosotros elegimos esta zona porque estaba en el centro, además no hay muchos locales en Cáceres que estén en condiciones. Aquí vimos que había muchos establecimientos vacíos y este en este caso estaba en condiciones para entrar en él y poderlo aprovechar. Nos gustaría -reivindica- que los vacíos estuviesen abiertos porque le darían más vida a la ciudad y más oportunidades de trabajo».

A su juicio, «en la ciudad hay muchísimos artistas que están recluidos en sus casas y no salen porque no hay lugares, o no saben que existen para poder reunirse, o exponer. Hay cafeterías y bares que muestran las obras, pero no existe variedad de rincones específicos que se dediquen al arte. Hay que dar cabida a que los artistas de la zona u otros artistas que quieran venir a Cáceres tengan la oportunidad de exponer en su tierra. Muchos que conocemos no han expuesto aquí y tienen obras en Londres. En cambio, nunca han podido exhibir en su tierra». 

La Sindicalista. El joven Alejandro Quintano mostrando sus obras. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Propuesta: la unión

Alejandro da un consejo y es que «la gente es un poco más reacia a lo nuevo, siempre ponen un no por delante, pero creo que después con el tiempo y poco a poco acaba aceptándolo. Están muy encerradas diciendo que no hay nada y no se hace nada, por lo que debemos aprovechar que es una ciudad con mucho atractivo turístico y que a la vez tiene muchos locales vacíos. Para dinamizar eso podría proponerse que todos los comercios de la zona se unieran y se convocaran ayudas por parte de las instituciones, así el arte estaría mucho más valorado y al existir más centros artísticos, este sería más visible y por lo tanto más conocido por ciudadanos y turistas».

Belleartes

Agustín Nieto también está de acuerdo en que el museo Helga de Alvear tiene que ver y mucho en la revalorización de la zona a nivel cultural y artístico porque es un museo con mucha importancia para la ciudad. El responsable de la Sala Belleartes critica que el 90% de los cacereños no sabe todo lo que contiene el museo, por eso puede decir que son muchos los turistas que se acercan a visitarlo. «Es una zona muy activa», añade. 

Belleartes. Obra expuesta en una de las exposiciones de la galería. CarlaGraw

Museo de Arte Contemporáneo

La joya de la corona del eje de Pizarro es, sin duda, el Museo Helga de Alvear. Lo saben bien los amantes del arte que acuden a visitarlo. Entre el largo listado, Pepa Domínguez y su hermana María del Carmen. «Las obras son todas maravillosas, además, lo que más me ha llamado la atención ha sido una obra de Sanlúcar de Barrameda», puntualiza Pepa. «El museo destaca donde quiera que esté, es un gran espacio de arte para una ciudad cosmopolita como es Cáceres, yo vengo de Valencia y a mi me ha dejado anonadada», relata. 

Las hermanas Domínguez en el Helga de Alvear.

Otro de los visitantes del museo, Hernán, declara que «el Helga está atrayendo a más espacios artísticos». De la misma forma, dice que el museo no solo es un lugar imprescindible para la ciudad, sino también para Extremadura. «Dentro hay muy buenas firmas», concluye mientras disfruta de uno de los lugares más destacados de la cultura contemporánea en el mundo que luce en Pizarro, eje del arte en Cáceres.

Hernán y sus compañeros en la visita al museo.

Helga de Alvear. Una de las muchas obras que contiene el Museo de Arte Conemporáneo. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ