Constantine Gabriel Dumitru, de 48 años y de nacionalidad rumana y holandesa, está acusado junto a su pareja, veinte años menor que él, la miss y modelo mexicana Priscila Lara Guevara, del robo de Atrio, por cuyos hechos permanecen en la prisión de Cáceres desde el pasado 4 de agosto a la espera de que se celebre el juicio. Hasta ahora el único procedimiento judicial que se ha llevado a cabo desde su detención el 19 de julio en Croacia en el puesto fronterizo de Karasovici Sutorina, procedentes de Montenegro, ha sido su toma de declaración, tras la que la jueza de guardia decretó el ingresó de ambos en el centro penitenciario.

El robo fue perpetrado la madrugada del 24 de octubre y la próxima semana avanzará el proceso en tanto que la defensa, encabezada por la abogada Sylvia Córdoba Moreno, pedirá la libertad para ellos a la titular Juzgado de Instrucción número 4 de Cáceres, que es la que se ocupa del caso y que previsiblemente regresa de vacaciones tras el puente.

Muchos ojos se centran ahora en la trayectoria delictiva de Constantin Gabriel, que había sido detenido en varias ocasiones en España y en una en Suiza en 2020. De hecho, la policía lo arrestó en Madrid por llevarse una botella de whisky de casi 6.000 euros de una licorería del barrio de Salamanca.

De hecho Constantín Gabriel está citado el próximo 18 de octubre ante el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid, que lo juzgará a partir de las 12:30 horas, en la calle Julián Camarillo, 11, por un presunto delito de hurto. Se sentará en el banquillo por otro supuesto hurto de vino, de un valor muy inferior al que se le imputa por los hechos acaecidos en el restaurante Atrio en octubre del año pasado, según precisan a Efe fuentes judiciales. Se les imputa un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público con la posible concurrencia de dos agravantes específicas: el elevado valor económico y el valor cultural y artístico de lo sustraído.

Durante su comparecencia ante la jueza de Cáceres solo respondieron a su defensa y no aportaron luz sobre el paradero de las 45 botellas, entre las que se encuentran 38 Romanée Conti, con un precio medio de 12.000 euros en la carta del restaurante cacereño; un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, con un valor de 25.500 euros, y la que más dolió a los gerentes de Atrio, un Chateau d’Yquem de 1806, valorada en 310.000 euros.

Los dos detenidos por el robo millonario de Atrio llegaron a visitar el restaurante hasta tres veces antes de la fecha del golpe, según reiteraron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. No dieron detalles, eso sí, del auto de prisión puesto que, dijeron, incluye «información que vulnera su derecho a la intimidad». Añadieron que tanto Priscila Lara Guevara y Constantín Gabriel Dumitru han declarado que tienen su domicilio en Madrid. Su abogada prepara ahora su potente defensa y pedirá a la jueza su puesta en libertad. En una entrevista con este diario, Sylvia Córdoba Moreno asegura que sus defendidos son inocentes y sostiene que «están desconsolados, desesperados. Quieren salir». Aún no se ha podido determinar cómo la pareja se hizo con una copia de la llave de la bodega.