¿Son adecuados 27 grados en verano? ¿19 en invierno? ¿cierre de puertas? ¿es factible para los comercios lograr la eficiencia energética que pide Pedro Sánchez? La realidad que impone el gobierno español queda lejos de las altas temperaturas que se alcanzan en zonas del sur de Europa y de la capacidad de los comercios, en muchos casos, incapaces de encender los aparatos.

En los negocios cacereños hay reglas que no están escritas. Hay aspectos psicológicos de la clientela que solo una persona dedicada a ello ha podido comprobar. Parece extraño que la puerta cerrada de un comercio pueda afectar a la cantidad de personas que al pasar, entren a la tienda, pero en la realidad, una barrera visual repercute al impulso de viandantes que van a acceder. «Te quita un tanto por ciento de ventas», menciona Isabel Lázaro de La Luna, en Gómez Becerra. En su caso, no tiene puesto el aire acondicionado, «por lo cual va a seguir abierta». 

Isabel Lázaro de La Luna. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Mantener la puerta cerrada en un establecimiento te quita un tanto por ciento de ventas»

Isabel Lázaro - La Luna

Las luces es otro de los aspectos importantes. Isabel relata que «en vez de encender todas las luces por la tarde, que es cuando menos clientela hay, intentamos apagar algunos focos para que no estén gastando tanto y den menos calor». Cree que «la gente es mentalmente madura y sabe cómo debe ahorrar sin que nadie se lo diga».

Sara Villegas, de la tienda Deshia Cosmética, es otro de los ejemplos que confirma el problema de la puerta cerrada. «La gente no entra y eso sí que es importante». En países del norte, con temperaturas normalmente más bajas, puede ser factible, pero con la ola de calor, que parece ser constante, «no es viable. Lo podremos intentar y a lo mejor va bien. Si hay que cambiar alguna cosa se debe escuchar a los negocios». 

Sara Villegas de Deshia Cosmética Econatural. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Lo podremos intentar, a lo mejor va bien, si hay que cambiar alguna cosa se debe escuchar a los negocios»

Sara Villegas - Deshia Cosmética Econatural

Puede perjudicar en el tiempo de compra; por consiguiente en la cantidad de productos que se consuman. María Bravo, de la tienda Pasitos y Marietas, piensa que «tardarás más en ir o menos en comprar». Muchos son los que van a centros comerciales para estar «fresquitos», como argumenta María. Si no es así, puede tener consecuencias negativas. La comodidad de los clientes es un punto a tener en cuenta. Necesitan más tiempo para elegir y, posiblemente, comprar.

María Bravo junto a su compañera de la tienda Pasitos y Marietas. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Hay países que se lo pueden permitir, no alcanzan las mismas temperaturas que aquí. No es viable»

María Bravo - Pasitos y Marietas

La comodidad de los clientes es un punto a tener en cuenta. Antonio Dionisio, de la ferretería Diosan, ya ha puesto en marcha las medidas exigidas y por ahora «los clientes no se han quejado», cree que «hay que acatarlo porque es bien para todos», principalmente para el ahorro.

Antonio Dionisio de ferretería Diosan.

«Hay que acatarlo porque es bien para todos»

Antonio Dionisio - Diosan

Facturas y oscuridad

Los propietarios son quienes más miran las cifras de la factura y los que tienden a tener más cuidado. Prescinden del aire acondicionado, usan cortinas de aire para no dejar pasar calor o frío al establecimiento, utilizan ventiladores para consumir menos… pero tampoco están dispuestos a pasar calor y no estar a gusto.

Miguel Ángel Castuera, de Decorceres, intenta poner el aire acondicionado lo menos posible, pero hay días, en los que tiene «que ponerlo a las ocho de la mañana», sentencia.

Miguel Ángel Castuera de Decorceres. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

«Como está la situación con las mujeres, tener todos los escaparates apagados no es ni lógico ni normal»

Miguel Ángel Castuera - Decorceres

El apagón a las 22.00 horas traerá oscuridad a la calle. Miguel Ángel va más allá de las medidas por el ahorro. Tiene una mujer y una hija y piensa en que «como está la situación con las mujeres, tener todos los escaparates apagados no es ni lógico ni normal». 

A esa hora los comercios están cerrados, ahora en verano, sigue habiendo visibilidad hasta tarde, pero en invierno, que anochece antes, no es así. En muchas calles no hay suficiente iluminación con farolas, por lo que pasar por determinadas zonas puede acarrear inseguridad.

«De momento, el reloj -refiriéndose al temporizador de su expositor- no lo he cambiado y no lo voy a cambiar. Si es obligatorio, no habrá más remedio», confiesa, al igual que el caso de Pasitos y Marietas, donde siguen con el horario establecido entre las 9 y la una de la madrugada.

A juicio de los comercios consultados el gobierno no ha tenido en cuenta todas las situaciones e inconvenientes que puede generar y hay quienes piensan que se podría mejorar en otros aspectos para lograr un ahorro real.