La evolución de la legionela en Cáceres registra ya un acúmulo de 15 casos, de los que cuatro han fallecido, según la última actualización de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud. Desde la primera semana de agosto no han aparecido nuevos contagios. De los 15, cuatro permanecen ingresados, aunque ya por otras patologías, informan las mismas fuentes. Dos de los últimos cuatro fallecimientos están aún a la espera de confirmación analítica. Hasta ese momento el SES, según indicó a este diario, no ofrecerá la edad de los pacientes ni si arrastraban enfermedades graves al margen de la legionela.

Fue el pasado 8 de agosto cuando el Servicio Extremeño de Salud comunicó oficialmente la aparición de la enfermedad, que se detectó entre el 2 y el 4 de agosto. Al día siguiente, 9, el consejero José María Vergeles confirmaba que desde entonces había siete ingresados y que estudiaba los casos de dos posibles fallecidos por la infección.

Dos jornadas después, 11 de agosto, se elevaban a 10 los pacientes diagnosticados y se indicaba que seis permanecían ingresados, dos habían recibido el alta y dos habían fallecido, una mujer de 54 años y un varón de 70 años, ambos con enfermedades oncológicas avanzadas (uno tenía cáncer de pulmón, la otra, leucemia).

Desde el pasado 2 de agosto, el Servicio Extremeño de Salud (SES) ha realizado una revisión de los pacientes del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres que presentan síntomas respiratorios de mala evolución llegando a detectar desde entonces los 15 casos positivos confirmados esta tarde.

Entre el jueves 4 y el martes 9 de agosto Salud Pública ha tomado 30 muestras de distintos puntos de la ciudad de Cáceres. A día de hoy no ha crecido el germen en ninguno de los cultivos, o sea que por ahora son negativas las muestras, aunque hay que esperar veinte días para tener resultados definitivos, que siguen a la espera de que un laboratorio de Madrid las envíe. Los análisis se han realizado en las redes de distribución de agua y torres de refrigeración de la zona del centro de Salud San Jorge, el parque del Rodeo, Colón, San Francisco y en un grifo del Hospital San Pedro de Alcántara.

San Jorge

Fuentes del Servicio Extremeño de Salud han incidido desde el principio en que "no se trata de un brote de legionela al no haber nexo epidemiológico entre los casos". El "único punto de unión, muy débil, que se ha encontrado es que la mayoría de los casos han estado por trabajo o residencia en la zona de San Jorge de Cáceres», cuyo centro de salud, precisó el SES, está en la calle Atahualpa y cuya atención comprende las barriadas del Parque del Rodeo, Los Fratres, Moctezuma, avenida de Cervantes y una parte de San Francisco. Por eso se ha rastreado esa zona así como el grifo del centro hospitalario cacereño.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, apuntó que ahora el SES está «siguiendo con los crecimientos de las bacterias. Ya tenemos el crecimiento de una de las habitaciones del hospital (en un grifo) que nos dice que, si bien ha crecido legionela, no provoca enfermedad en humanos, por lo tanto no hay de qué preocuparse. Y en las otras muestras, de un total de siete de las 15, no ha crecido nada en los días que lleva sembrada, con lo cual es bastante improbable que salga», aunque reiteró: «No me quiero aventurar en algo que forma parte de lo que pueda crecer en el futuro».

Una de las fallecidas, tal como destapó este diario, es una mujer de un pueblo de Badajoz que padecía leucemia. Fuentes de la familia de la finada, que tenía 54 años, han indicado que acudía con frecuencia al Hospital San Pedro de Alcántara para tratarse de la enfermedad que presentaba. La víctima murió el pasado 5 de agosto, en torno a la una de la madrugada.

Hacía 10 días que la habían ingresado en el San Pedro. En planta estuvo durante seis días y luego la trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde la intubaron y la sedaron. Finalmente se fue sin que el equipo médico pudiera hacer nada por salvar su vida. Ahora, el ayuntamiento del pueblo donde la fallecida tenía su residencia ha mandado realizar las pruebas de legionela en las tuberías y también en la casa de la mujer, para descartar cualquier hipótesis. La familia sigue a la espera de los análisis de los técnicos y también de recibir el certificado de defunción.

Las fuentes

El Ayuntamiento de Cáceres mantiene desde el pasado 5 de agosto nueve fuentes del Rodeo, San Francisco y Colón clausuradas. Hoy mismo, fuentes municipales han confirmado que están a la espera de las indicaciones de Salud Pública para levantar o no el cierre.

La portavoz del gobierno local, María José Pulido, precisó que se ha colaborado con la Junta en la toma de muestras y en los análisis de las aguas y se han cerrado de forma preventiva las seis fuentes de beber del parque del Rodeo (solo esas han dado test positivos, pero eso no significa que sea contagiosa en humanos) y la ornamental de las cascadas, la que está detrás de la Clínica San Francisco, y la que hay en la plaza de Colón, que suman nueve en total.

Además, se ha cortado el riego por aspersión en el Rodeo puesto que, según recordó la concejala, hay más riesgo en el agua acumulada y en un aspersor que en la corriente que emana de un grifo, por ejemplo. Los resultados tardan unas dos semanas y no se prevé que hasta entonces se retome el suministro en las áreas clausuradas.

El Servicio Extremeño de Salud y Salud Pública del área de Cáceres informa de que existe un aumento del número de pacientes portadores de legionela, sin que esto signifique que hayan desarrollado la enfermedad.

La bacteria

La legionela es una bacteria que se puede encontrar de forma natural en lagos, ríos, estanques… y que no implica ningún peligro para la salud de la población. Hay varias especies de legionela y solo una de ellas, la legionela neumofila serogrupo 1, es perjudicial para la salud en humanos. Eso es lo que los análisis definitivos, cuando lleguen, determinarán, si ese serogrupo 1 está o no en algunas de las zonas de refrigeración o parques analizados.

En ocasiones puede crecer y multiplicarse en la red de distribución de agua y sistemas de enfriamiento de grandes dimensiones (torres de refrigeración). Su multiplicación se ve favorecida por el estancamiento del agua y temperaturas entre 30-45 grados. La única forma posible de contraer la enfermedad es por vía aérea, mediante la inhalación de pequeñas gotas de agua que permiten que la bacteria llegue a los pulmones, produciendo en ocasiones un síndrome febril de corta duración o un cuadro de neumonía.

La infección por legionela puede manifestarse con fiebre alta de pronóstico leve y corta duración o como un cuadro de neumonía con fiebre alta.

El diagnóstico de la infección es sencillo mediante un análisis especial de orina. Sin embargo, este análisis no puede detectar todas las variantes de la bacteria, por lo que a veces sale negativo aún existiendo la infección. Por ello puede ser necesario realizar una prueba en sangre para ver si aparecen anticuerpos frente. En ocasiones puede ser aislada del esputo o de secreciones obtenidas tras realizar una fibrobroncoscopia.

El control a veces resulta dificultoso

La legionela puede multiplicarse dentro de amebas, lo que a veces dificulta su control, aunque su aparición siempre está asociada a aguas estancadas. Pero no pensemos solo en charcos y lagunas. La legionela acecha en lugares tan comunes como los grifos, tanques de agua potable, piscinas, jacuzzis y hasta nebulizadores para mantener la temperatura en terrazas y sitios públicos.