Las esculturas dedicadas a El Redoble, ubicadas en la céntrica y cacereña plaza que lleva el nombre de la Concepción, aparecieron con los ojos, labios y orejas pintadas de color dorado hace unos días. Ahora, el ayuntamiento procederá a limpiar la pintura del rostro de las estatuas. Una falta de respeto contra el patrimonio local, un acto vandálico que se suma al que ya han sufrido otros monumentos.

La escultura representa a una pareja folclórica a tamaño natural, en bronce y con una altura de 1,70 metros. La obra fue realizada por el escultor andaluz Antonio Fernández. Tardó dos meses y medio en terminarla por encargo del consistorio y muestra a la pareja en el momento de acercamiento o de cortejo durante el baile tradicional. Fernández es autor de otras esculturas urbanas como las dedicadas a las lavanderas, el minero, en Aldea Moret, y Angelita Capdevielle.

El vandalismo cuesta miles de euros al año, un gasto que parece no acaba de remitir. Paredes pintadas, mobiliario urbano dañado, contenedores quemados y destrozos en varios parques, bancos, jardines, señales y farolas hacen menguar el presupuesto municipal para sufragar la reparación de los estragos. A lo largo de 2021, los desperfectos en contenedores y papeleras supusieron un coste de 90.000 euros al ayuntamiento, es decir, a todos los cacereños. Pero hay algo peor: la tendencia parece recrudecerse este 2022.

Una mujer señala las pintadas realizadas por unos desconocidos. CarlaGraw

A lo largo del pasado año se atacaron un total de 33 contenedores y 283 papeleras en la capital cacereña, de ahí esos 90.000 euros que se necesitaron para su arreglo o reposición. Y solo en los dos primeros meses de 2022 ya se han dañado nueve contenedores debido a las últimas acciones vandálicas en la calle Atahualpa y en la avenida de La Hispanidad, por lo que la cifra registrada desde enero preocupa mucho a los responsables municipales.

El balance de datos de 2021 revela que la mayoría de los contenedores agredidos (quemados, rotos o simplemente desaparecidos) fueron de restos en general (21), seguidos ya de lejos por los amarillos para envases ligeros (6), los azules de papel y cartón (4) y los verdes destinados a vidrio (2)