Salir ayer a la calle a seguir trabajando como vendedora ambulante de la Once fue todo un reto para Luisa, a quién le paraban cada pocos minutos para preguntarle, felicitarle por dar 400.000 euros de premio entre los diez décimos que dispensó y quejarse en tono jocoso por no haber sido los afortunados.

Lleva una temporada dedicada a repartir suerte, cinco años a lo sumo con un pequeño parón de por medio. Empezó a trabajar en la Once porque tiene una discapacidad física por su columna y otra sensorial de tipo auditivo, pero ha dedicado gran parte de su vida laboral a ser panadera y dar clases de inglés desde casa porque tiene un nivel B2.

Es el primer premio ‘gordo’ que sale entre sus boletos y espera, a partir de ahora, vender muchos más

Este ha sido su primer premio ‘gordo’ y se siente «emocionada y contenta» por ello. Luisa espera «que le haya tocado a alguno de los clientes habituales», explica, ha cogido mucha relación e incluso amistad con muchos de ellos. Esta noche no ha podido dormir, estaba nerviosa por saber quiénes habían sido los premiados. 

Por ahora lo desconoce, cree que han sido mayormente turistas extranjeros a los que les vendió los décimos en la plaza Mayor de la capital cacereña, que, de ser así tendrán que regresar a España a cobrar sus premios. Recuerda a una familia de portugueses a los que les pudo haber vendido uno de estos diez décimos y le ha llegado un rumor de que una persona ha preguntado dónde cobrar el dinero

Luisa espera que entre los afortunados esté «alguno de sus clientes habituales» para poder conocerlo

Luisa Muriel Criado - Vendedora de la Once

No es fácil saber qué va a tocar ni cuándo, pero Luisa tuvo un presentimiento con ese número, porque aunque los que terminan en número uno suelen ser menos elegidos por los clientes por resultar menos llamativos, «este era menos feo», cree que «es el destino, ese día estaba por dar el gordo».

A la pregunta de qué hubiera hecho ella si ese día, se hubiera quedado con ese número, como hace con otros normalmente, y tuviera ahora esos 40.000 euros, respondió que se «compraría una casa con piscina, viajaría, me sacaría el carnet de conducir, que es mi ilusión…». Sueños, tal vez parecidos a los de los afortunados, que esta dotación, puede ayudar a conseguir, siempre y cuando acudan a por el dinero en menos de un mes.