Cinco alcaldes del Jerte se sentarán este mes en el banquillo de los acusados imputados por un delito de prevaricación con los vertederos municipales. El juicio tendrá lugar el 20 de septiembre en la Audiencia Provincial de Cáceres. En la causa están imputados los que fueran regidores --algunos aún en el cargo-- de cinco localidades del norte de la provincia durante los años 2015 y 2019.
En concreto, la fiscalía acusa a los responsables de los consistorios de Rebollar, Cabrero, Tornavacas, Cabezuela del Valle y Navaconcejo por delitos de prevaricación y para todos ellos pide una pena de 13 años de inhabilitación.
Según desglosa el ministerio público en su calificación a la que ha tenido acceso este diario, todos reabrieron las escombreras, la mayoría se habían sometido a tareas costeadas por la Diputación de Cáceres para regenerar zonas degradadas, para verter destríos de la campaña de la cereza. En ese sentido, la mayoría de los ayuntamientos publicaron bandos municipales en los que se comunicaba que se había abierto una zanja para depositar los desechos de las cerezas y se indicaba que estaba prohibido que se vertieran otro tipo de desechos.
En la mayoría se advirtió la presencia de vertidos incontrolados "consistentes en escombros de obras, residuos domésticos, restos de muebles, envases de plásticos y cristal, residuos peligrosos, productos fitosanitarios y sustancias químicas nocivas".
Todas las parcelas donde se ubicaban las escombreras municipales estaban ubicadas en parcelas de competencia municipal y según recoge la fiscalía en su escrito, todos los alcaldes "estaban obligados al control y supervisión a fin de evitar nuevos depósitos y vertidos en lugares que no estaban legalmente autorizados para recibirlos"
Varias localidades realizaron obras para adaptar los vertederos a través del programa de gestión sostenibles de recursos naturales de la Diputación de Cáceres.
