El temporal que azota a las autoescuelas ha evolucionado a «tormenta perfecta» en la provincia cacereña. Si llenar el depósito de cada vehículo ya supone entre 800-1.000 euros mensuales, comprar un coche nuevo cuesta 5.000 euros más caro, y cualquier pieza de recambio exige un desembolso mayor, a todo ello se ha unido una ralentización del trabajo de estos negocios en el peor de los momentos. La falta de examinadores de la DGT ya ha generado una bolsa de 2.000 alumnos pendientes de examinarse del práctico en Cáceres, lo que ha metido «en pérdidas» a estas empresas, la mayoría micropymes. Algunos alumnos ya se planifican el carnet en dos veranos y otros se lo acaban sacando en otras provincias. «De seguir el mismo camino, en tres meses estimamos que habrán cerrado un 40% de las autoescuelas cacereñas».

Es la previsión de la asociación provincial, que ha lanzando un comunicado con un aviso en firme: «Esto solo tiene un final: la ruina del sector». Las autoescuelas retratan la situación con los datos que afirman haber tomado de la propia Jefatura de Tráfico: «Con los recursos actuales, la jefatura necesitaría cerca de tres años solo para examinar del práctico el excedente acumulado de alumnos que han aprobado el teórico. Son más de 2.000 », destaca el colectivo.

Un carnet urgente para muchos

De este modo, los ciudadanos no consiguen fecha en un tiempo razonable. «Muchos necesitan el permiso para poder optar a una oposición, a un contrato, para ir a trabajar... Las empresas de transportes no tienen conductores (sector con imperiosas necesidades de personal cualificado), y de otra parte, las autoescuelas trabajamos a medio gas, porque no podemos dar salida a los alumnos», lamenta la asociación provincial.

El presidente, Pedro Herrero, pone como ejemplo su propio negocio: «Somos cuatro profesores y entre julio y agosto no habremos llegado a 30 alumnos. Con ese número no podemos vivir. No es que no hayamos tenido beneficios, es que hemos tenidos serias pérdidas. Tratamos de aguantar por corresponsabilidad con nuestras plantillas, porque hay grandes profesionales. Pero si la DGT no reacciona, cuatro de cada diez negocios cerrarán antes de Navidad», afirma rotundo.

De hecho, un 65%-70% de los ingresos anuales de las autoescuelas se han centrado siempre en julio y agosto por la avalancha de los jóvenes en vacaciones. Y ahí está el mayor cuello de botella. Las empresas del sector llevan años denunciando la falta de examinadores, que dependen de la jefatura. «En la Administración se pasan la pelota. Lo que comenzó siendo un problema coyuntural hoy es un problema estructural», subraya. La provincia de Cáceres llegó a tener una docena de examinadores, pero las sucesivas crisis desde 2008 han reducido ese número a los 5 actuales más 1 itinerante de refuerzo. «Sería necesaria la contratación de 4 fijos adicionales», precisan las autoescuelas.  

A ello se une el periodo de vacaciones de dichos profesionales. Este año han parado del 23 de julio al 4 de agosto. También lo hacen una semana en Navidad y días laborables en los puentes festivos. Es decir, justo en periodos en los que los jóvenes (mayoritarios en las autoescuelas), piden examinarse. «Ojo, nosotros no cuestionamos las vacaciones de nadie porque todo el mundo está en su derecho, sino la organización de la Administración que debe regularlas», aclara Pedro Herrero.

Pero hay más. Las autoescuelas cacereñas piden a la DGT que revise los protocolos de gestión de las jefaturas, «porque vemos grandes diferencias entre unas y otras», lo que incomoda seriamente al sector. Sin necesidad de salir de la propia región, en Badajoz los exámenes se realizan en los distintos centros de la provincia con una cadencia de 7 días, y en Cáceres cada 14. Siguiendo con Badajoz, los 9 examinadores acuden a los distintos centros para evaluar a 12 alumnos por día (en el caso del tipo B), mientras que en Cáceres ese número solo se registra en la capital, porque en los demás centros (Plasencia, Navalmoral, Coria y Trujillo) comienza a contar la jornada desde que estos profesionales inician el viaje hasta esos municipios, lo que resta tiempo a los alumnos. «No hay derecho a tantas diferencias»», clama la asociación.

El presidente reitera que no achacan ninguna responsabilidad a los examinadores. Más bien reconocen su disposición en la pandemia, cuando colaboraron en retomar los exámenes prácticos dentro de los coches. El sector responsabiliza por tanto a la gestión: «La DGT no es capaz de dar respuesta a la demanda de exámenes. Si bien es cierto que solicita más personal, la Función Pública no le concede las plazas que pide».

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«Si esto no cambia, cuatro de cada diez negocios deberán cerrar antes de Navidad»

PEDRO HERRERO - Presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Cáceres

La cuestión es que tampoco ha servido de mucho el sistema Capa, creado por la DGT para organizar los exámenes, «al no haber examinadores suficientes». El sector insiste en que este recorte del personal no se puede justificar con el descenso de alumnos por la baja natalidad. «Aún no lo percibimos, y en su caso se compensa con un aumento de la inmigración».

A todo ello se une la subida de un 30% de los carburantes. El sector no recibe ninguna ayuda específica. «Por eso necesitamos más que nunca tener agilidad en el trabajo y no este tapón que venimos sufriendo», señala Javier Miralles, responsable de la Autoescuela Gran Vía. Además, la mayoría de los negocios siguen con vehículos de gasoil porque los híbridos eléctricos escapan a sus presupuestos y porque la ley no permite a los alumnos que se examinan con ellos (son automáticos) conducir después coches de transmisión manual.

La inflación ahoga

«Luego está la crisis asiática de los semiconductores, que ha disparado el precio de los turismos nuevos unos 5.000 euros, y de los seminuevos otros 4.000. Cambiamos de coche cada pocos años y nos exigen tenerlos en perfecto estado, por lo que también nos afecta la subida de las piezas de reparación», revela el presidente.

Factores encadenados que «están destrozando la economía de las autoescuelas», advierte Herrero. Este verano ha sido el primero en el que no han contratado profesores de refuerzo, «y la previsión es que en septiembre comiencen los despidos, es una situación dramática». Por ello, la asociación realiza otra llamada a la DGT. «Nadie entiende que el organismo que más recauda no pueda aumentar personal». Es más: algunos centros de examen de Cáceres tienen solo 18 ordenadores para el teórico. 

La respuesta de la DGT

La Jefatura Provincial de Tráfico ha querido responder a los argumentos de las autoescuelas cacereñas con un comunicado. Afirma que Cáceres ha contado con un funcionario examinador interino, que se ha sumado a los 5 ya en plantilla, para «amortiguar las consecuencias negativas de las dos bajas sufridas en esta plantilla en los últimos meses». Además, «personal de oficina se ha trasladado a los distintos centros de examen» con el fin de apoyar en las pruebas del teórico.

Afirma que, «con carácter general, la plantilla es suficiente para absorber la demanda de exámenes existente a lo largo del año», si bien reconoce que en momentos determinados como periodos vacacionales, se produce «un pico de demanda que puede llegar a superar la capacidad de examen».

Pese a ello, «este verano se ha podido atender a todos los alumnos de teórico, celebrándose hasta 5 turnos en un mismo día». Lo mismo ha ocurrido con las pruebas en circuito cerrado. «En cuanto a las pruebas prácticas en vías abiertas, durante junio y principios de julio la demanda se ha podido cubrir con la capacidad de esta jefatura. Ha sido durante el mes de agosto cuando se ha producido un aumento muy importante de aspirantes, por lo que no se han podido atender todas las solicitudes», admite.

No obstante, «está previsto que la situación se normalice en los próximos meses con la incorporación de dos examinadores interinos más, así como un examinador itinerante cuya incorporación es inminente», anuncia el comunicado.

EL PERIÓDICO

La DGT prevé normalizar la situación en Cáceres con la incorporación de dos examinadores interinos y un examinador itinerante

La Jefatura cacereña añade que «la DGT trabaja para que la plantilla de examinadores a nivel nacional permita desarrollar las distintas pruebas con normalidad» y recuerda que en junio se ha anunciado la incorporación de 60 nuevos examinadores interinos en toda España, junto con los 47 funcionarios de carrera que tomaron posesión en abril «y que se encuentran ya plenamente incorporados». Todos ellos, afirma, encargados de evaluar a los aspirantes a la obtención del permiso de conducir, se han unido «en un momento del año previo al verano, crucial para estos asuntos, ya que son los meses de mayor demanda». Este incremento ha permitido «dar un mejor servicio público», subraya la jefatura.

Los números

Finalmente, este organismo detalla que en la provincia de Cáceres se han realizado este año 5.918 exámenes prácticos de circulación en vías abiertas al tráfico. 4.883 pruebas teóricas comunes, 1.173 pruebas teóricas específicas y 1.634 pruebas prácticas en pista