Nuevo episodio en la polémica por el nombramiento del cura condenado por pornografía infantil en Cáceres. El revuelo que ha generado en los dos pueblos en los que ha sido asignado como párroco suma un nuevo capítulo, esta vez materializado en las paredes de uno de ellos, Almoharín, el que hasta ahora ha mostrado su preocupación de forma más evidente y su rechazo a que el sacerdote Ignacio Lajas siga ejerciendo como tal en la localidad. 

Fue este viernes cuando la casa parroquial amaneció con una pintada en mayúsculas y letras rojas en la que se podía leer ‘Pederastas’. El grafiti solo permaneció en el muro unas horas, ya que fue repintado con pintura blanca. 

El suceso se produjo mientras el ayuntamiento elabora un sondeo que determinará qué reclamaciones debe trasladarle al obispo este próximo lunes, fecha en la que está previsto que mantengan una reunión los dos alcaldes en el palacio episcopal en Cáceres. 

Desde que trascendió la noticia después de que el diario El País se hiciera eco de este nombramiento hace tan solo un mes, el clima que se respira en Almoharín es de intranquilidad. De hecho, hay familias que ya han manifestado su malestar y su inquietud porque el cura recién nombrado haya sido condenado por corrupción de menores y han asegurado que no llevarán a sus hijos a catequesis. Hay incluso quienes piden que se sustituya por otro párroco. 

Al margen de las peticiones que trasladen los ayuntamientos, será la diócesis la que tendrá la última palabra sobre este asunto. El propio obispo ya se pronunció sobre la polémica horas más tarde de que transcendiera y defendió que Lajas era «apto» para ejercer de sacerdote ya que estaba rehabilitado. Fue detenido en 2002 en el marco de una macro operación internacional contra la pornografía infantil y condenado a prisión en 2004.