El escenario del festival de Blues se desinstaló al vuelo para acoger un recibimiento en la Plaza de Santa María a los participantes del XXV Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que reúne en Cáceres a cerca de 500 empresarios procedentes de toda España, y que este lunes inaugura el Rey Felipe VI en el Palacio de Congresos de Cáceres. La granaína danza árabe y un zapateao a la guitarra flamenca, además de una temperatura perfecta (muy alejada del infierno cacereño del pasado verano), dieron el pistoletazo de salida a este congreso, con las intervenciones del presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, Miguel Ángel Leal; y el alcalde cacereño, Luis Salaya.

Leal subió al escenario para afirmar que Extremadura «es una tierra que tiene el desafío del empleo de calidad y la calidad de vida». Y aseguró que «miramos al futuro con voluntad verde y sostenible», y que la región es conocida por su patrimonio y buen comer, pero que más allá del «turismo y la gastronomía también somos empleo y prosperidad».

Salaya, durante su intervención en el acto de bienvenida. CarlaGraw

Salaya 'vende' Cáceres

Por su parte, Salaya (en clave mucho más distendida que el anterior discurso) hizo de anfitrión («es un privilegio ser alcalde de esta ciudad», dijo) y recibió a los congregados con la manida vitola de Tercer Conjunto Monumental de Europa. «Es la frase que más he repetido a lo largo de la legislatura; me lo dice mi concejal de Turismo», en referencia a Jorge Villar. El regidor invitó a los asistentes a «respirar y vivir la ciudad a otro ritmo. Una ciudad donde todavía se puede ir a casa a comer e ir andando al trabajo. Y donde encuentras un entorno social en el que si pasa algo tus vecinos se dan cuenta». Subrayó que «es un acierto que se celebre en Extremadura» este congreso porque la región «va a aportar modelos de desarrollo. Y es un acierto que se celebre en Cáceres, una ciudad cargada de oportunidades». Y lamentó que «durante siglos los extremeños han tenido que mirar siempre afuera».

E insistió el alcalde, sin entrar en detalles, en que «es un momento especialmente importante para la ciudad, con un modelo de desarrollo turístico que, todavía, permite pasear tranquilos». Una ciudad «acogedora, con instituciones que se arremangan para atraer proyectos y trabajar conjuntamente». E incluso hizo alusión al buen clima político que se respira, a su juicio, a nivel municipal. «Una ciudad con un debate político todavía moderado; porque sólo en los consensos somos capaces de que haya desarrollo».

Por último, invitó a los asistentes, que disfrutaron posteriormente de un catering desplegado a la sombra lunar de la concatedral de Santa María, a que «regresen para redescubrir Cáceres con sus familias». En cuanto al buen tiempo y el clima tan suave que nos acompaña estos días, Salaya aseguró que «parece ser que el concejal (Jorge Villar) ha llevado huevos a las monjas para que no llueva». Y agradeció «tan inteligente gestión, que volveremos a repetir».

Posteriormente, se sirvió un catering en Santa María. CarlaGraw

Posteriormente, se sirvió un catering en Santa María. EDUARDO VILLANUEVA