La tienda de telefonía Vodafone de la avenida Virgen de la Montaña de Cáceres ha sufrido este martes un robo mediante un butrón. El suceso se ha producido de madrugada y en cuestión de minutos los ladrones han sustraído prácticamente todos los terminales que se encontraban en exposición en el negocio. En un primer balance, a falta de calcular la totalidad de los daños, los dueños del negocio que lleva en la transitada calle desde hace seis años estiman que el valor del robo supera los 15.000 euros.
Se da la circunstancia de que los ladrones han accedido al local por otro negocio, 'Muscúlate store'. que se encuentra en el pasaje Norba y que se dedica a la venta de productos y bebidas deportivas. La hipótesis que se baraja es que previamente intentaron entrar por el acceso principal, ya que la cerradura está forzada, pero al no conseguirlo, decidieron hacerlo accediendo por el local contiguo.
Su propietario, Ángel Marín, aún se recupera del "susto" y hace balance de daños también. En su caso, se han llevado la recaudación de la caja y varias cajas de productos. Relata que la Policía Nacional se puso en contacto con él pasadas las dos de la mañana para notificarle lo sucedido y teniendo en cuenta la hora y el número, pudo augurar de qué se trataba. En su caso, los daños se elevan a lo recaudado de las ventas en metálico y a los destrozos que les han causado los ladrones en su pared. A lo largo de la mañana, operarios han trabajado para recoger los escombros que han dejado los cacos. Ninguno de los negocios había sufrido un robo de estas características con anterioridad.
El suceso ya está siendo investigado por la Policía Nacional. Tras recabar las pruebas pertinentes en el lugar de los hechos, los agentes analizarán lo que han recogido las grabaciones de seguridad y para ello, revisarán el material de las cámaras de la tienda de telefonía y de las que hay instaladas en la Subdelegación del Gobierno de Cáceres, a tan solo unos metros de distancia.
De momento, los afectados sospechan que los presuntos ladrones sean expertos butroneros. Aprovecharon que los negocios se encuentran alejados de viviendas, al lado solo hay un bar, para evitar levantar sospechas de ruidos, disponían del material necesario para forzar los bombines y más tarde para perforar la pared y en cuestión de minutos desmantelaron el negocio.