Licenciado en Ciencias Exactas, dejó su Pouso Alegre natal de Brasil para venir a España, donde desarrolló su carrera profesional como jugador de fútbol sala. Llevó al equipo de El Periódico Extremadura a la División de Honor y decidió quedarse en Cáceres, la ciudad en la que reside desde hace más de 30 años y de la que ya, confiesa, nunca se marchará. Capitán de otra liga, la de los hosteleros, es el alma máter de Mistura, ese bar de la calle Pizarro donde Edinho Queiroz sigue tras la barra.
Hay un dicho popular que asegura: ‘Eres más de Cáceres que la Torre de Bujaco’. El otro día, el alcalde, Luis Salaya, lo cambió por: ‘Eres más de Cáceres que Juego de Tronos’. Hoy, puestos a cambiar, digamos: ‘Eres más de Cáceres que Edinho Queiroz’.
Y es que no hace falta haber nacido en Cáceres para ser de Cáceres de toda la vida. Incluso habiendo venido al mundo a 1.774 kilómetros de distancia, uno puede sentirse cacereño por los cuatro costados. Y eso le ocurre a Edinho, que acaba de donar un manto a Nuestra Señora la Virgen de la Montaña. Lo hace por devoción a la patrona y lo cuenta así:
«Todos los días subo al santuario y hago mi oración. Siempre tuve ilusión por donar un manto que recordara a Nossa Senhora Aparecida, patrona de Brasil». De manera que Edinho se puso manos a la obra y encargó a las monjas de Santa Clara la confección de esta prenda única, inspirada en uno de los trajes de la talla brasileña.
«Siempre tuve ilusión en donar un manto que recordara a Nossa Senhora Aparecida»
Es de terciopelo azul marino, con unas cenefas doradas y dos reproducciones de la bandera de Brasil a cada lado. El de Queiroz es el manto número 168 que se suma a la vasta colección de la Montaña. El miércoles, 12 de octubre, se celebra la fiesta de la Aparecida. En su honor, al día siguiente, jueves, 13, a las nueve de la mañana, la camarera de la cofradía se ocupará de vestir a la patrona con el manto de Edinho, que lucirá hasta el 20 de octubre.
La emoción del brasileño más reconocido de Cáceres es infinita. «Ha sido un sueño que he podido hacer realidad», cuenta el hostelero que ha hecho posible el milagro de que nuestra Cacereña Bonita se convierta durante unos días en la sambera más linda del mundo.
