Cuando aún retumban en plazas y rincones de nuestra ciudad los ecos de la música tradicional irlandesa que cada año, desde 2003, trae hasta Cáceres el festival “Irish Fleadh”, no podemos borrar de la memoria del pasado , el primer contacto que tuvo la ciudad con Irlanda y también con su música en tiempos no tan remotos. En el año 2020 , la historiadora del Arte Carmen Alvarado Parra, publica en la Revista de Estudios Extremeños un artículo titulado “Las huellas de la brigada de voluntarios católicos irlandeses en la ciudad de Cáceres durante la Guerra Civil” , un interesante trabajo, de investigación histórica rigurosamente documentado,  sobre los 700 voluntarios irlandeses que desde noviembre de 1936 hasta febrero de 1937 vivieron en Cáceres, donde fueron instruidos para participar en la Guerra Civil como legionarios voluntarios al servicio del bando rebelde. Estaban dirigidos por el general Eoin O´Duffy, un declarado seguidor del fascismo italiano, que había sido miembro del Ejército Republicano Irlandés (IRA), fundando posteriormente el movimiento de extrema derecha Blueshirts (camisas azules), compuesto principalmente por veteranos de la guerra civil irlandesa (1922-1923). Estos irlandeses venían a luchar en defensa de la fe católica  a una guerra donde, según los particulares criterios de O´Duffy, se estaba librando una batalla   “entre el cristianismo y el comunismo ateo”.

Llegados a la ciudad, los 700 irlandeses son instalados en una serie de barracones situados en el cuartel Infanta Isabel, donde recibirían la instrucción necesaria para intervenir en el conflicto armado. Hay que destacar que la mayoría de los voluntarios son jóvenes que provienen del medio rural y  no tienen formación militar.  En febrero de 1937 partirían al frente de Madrid donde algunos de ellos perdieron la vida, siendo enterrados en Cáceres en nichos cedidos por el Ayuntamiento, hasta que en el año 2004 sus restos fueron trasladados al mausoleo por los militares fallecidos en la Guerra Civil, situado en el cementerio de la ciudad.

 Un apartado significativo en lo relativo a la presencia de los irlandeses en Cáceres, es el referente a la importancia que la música tenía en los desfiles habituales, que estos realizaban por las calles de la población. Para ello se exigió que las bandas de la ciudad, la Banda del Regimiento Argel y la Banda Municipal, aprendiesen a tocar el himno irlandés para ser ejecutado en los actos donde intervenían estos voluntarios. No conforme con las interpretaciones de las bandas locales, el propio O´ Duffy viaja a Irlanda, para traer hasta Cáceres a la “St. Mary’s Pipers Band”,  banda de gaiteros de la procatedral de Santa María de Dublín, pues según palabras de O´Duffy “Nuestras tropas no podían marchar adecuadamente al ritmo de la música de las bandas españolas, por lo que se me pidió que trajese una banda de gaiteros irlandeses”. Esta banda será la encargada de desfilar por la ciudad y amenizar los diferentes actos, tanto religiosos como patrióticos, en los que participan los irlandeses. Según el trabajo de Carmen Alvarado la banda irlandesa “Llamaba mucho la atención de los lugareños, ya que iban equipados con instrumentos que no eran habituales en las bandas locales, como las gaitas o los enormes tambores, además iban uniformados con el tradicional kilt (la falda de cuadros típica de Escocia e Irlanda)”.

 En 2003, muchos años después de la Guerra Civil y por diferentes motivos, se volvían a cruzar los caminos de Irlanda y Cáceres en torno a la música y la danza. Esta vez de manera pacífica y lúdica. Una manera de conocer y disfrutar  la riqueza cultural de un país que cada año, de la mano del “Irish Fleadh”,  inunda nuestra ciudad con grupos de música que nos trasladan a las verdes tierras de Irlanda.

Cronista oficial de Cáceres