El alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, a preguntas de la prensa aseguró ayer que sus declaraciones sobre el Centro Ibérico de Energías Renovables no iban en contra de Cáceres ni de su alcalde, sino contra los gobiernos de España y Portugal, que son los que en 2009 anunciaron este proyecto para la capital pacense y después han decidido que se ubique en la cacereña bajo la denominación de Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético.

Las declaraciones del martes

Gragera dijo el martes que Badajoz no había perdido este centro, sino «que no lo han quitado», lo que no gustó a Salaya, que de inmediato defendió que su ciudad no quitaba nada a nadie y que ser seleccionada como sede de este proyecto era el resultado de años de compromiso con la energía verde. No lo puso en duda el alcalde pacense, quien reconoció que su homólogo cacereño «defiende su ciudad y lo hace bien». No obstante, pidió que no se malinterpreten sus palabras, pues «que yo reivindique este centro para mi ciudad no quiere decir que este atacando a otra», dijo.

Entretanto, Salaya estimó que Grajera «se equivoca» cuando asegura que «le han quitado» a la capital pacense el Centro Ibérico de Investigación para el Almacenamiento de la Energía (CIIAE), ya que se trata de un proyecto «nuevo» que ha llegado a Cáceres porque «se están haciendo las cosas bien» y porque la ciudad apuesta por las energías renovables y la industria verde.

Ignacio Grajera, alcalde de Badajoz. SANTIAGO GARCÍA VILLEGAS

Añadió que «los enfrentamientos localistas no tienen ningún sentido» y abogó porque las capitales de provincia crezcan como una única unidad económica porque «Badajoz y Cáceres no pueden competir entre ellas».