Carlos Rodríguez y Miguel Crespo abren las puertas del Café Bar Zeppelin (ubicado en la céntrica avenida Virgen de la Montaña) a El Periódico Extremadura (por cierto, nunca falta un ejemplar) para enseñar que la cocina del negocio que regentan es como ellos mismos: natural. Es un templo del desayuno, pero Rodríguez, Crespo y su gente sorprenden tanto a media mañana como para comer y, especialmente, para cenar. Las bebidas no sientan igual con el estómago vacío y la gente sale comida de aquí.

Además pueden elegir los pinchos con cada consumición. De la mítica tostada de lomo con pimiento o beicon, carne con tomate, ensaladilla rusa, pollo al ajillo... a la espectacular fajita que deja sin palabras. Si a uno de estos ricos aperitivos le sumas un broche de oro (un tercio de cerveza Sagres), el resultado global es casi celestial. 

Típico de Cáceres

«Bares, qué lugares tan gratos para conversar», cantaba Gabinete Caligari en su mítico éxito ochentero. Buen gusto y sencillez se unen entre las cuatro paredes de este local típico cacereño. «En la barra del Zeppelin he visto cosas increíbles: conocerse, hacer amigos, montar negocios, arreglar el mundo. En una barra nadie está solo; se viene a conversar, a disfrutar, a ser feliz. Hemos conseguido ser un sitio de encuentro a la hora del desayuno (variedad de tostadas, pincho de tortilla, churros, torrijas y magdalenas) y las cañas. Las carnes ibéricas (pluma, presa y secreto) destacan en la carta y en el plato, pero hay otras muy famosas como las hamburguesas, los bocadillos de pollo, embutidos, calamares...», comenta al detalle.

Cervezas y pinchos. Una de las exquisiteces del lugar. CarlaGraw

Para hablar del Zeppelin hay que vivirlo. Si vas un poco antes de las 21.00 horas tendrás mesa, casi seguro, pero como te retrases tendrás que esperar. Un bar de toda la vida que ha formado parte del barrio y de diferentes generaciones de vecinos y turistas que han vivido en él. «El trabajo de todos los compañeros es clave para dar un buen servicio a los clientes», apunta Rodríguez. ¿Es usted de los que aún no lo ha probado? Pues ya están tardando.