cáceres, en la cima gastronómica nacional

Este es el secreto de la tortilla de patatas de Oquendo

El chef Pablo Medrano da a conocer su punto: jugosa y con cebolla bien pochada

El chef Pablo Medrano, en su restaurante.

El chef Pablo Medrano, en su restaurante. / LORENZO CORDERO

Cáceres está en la cima gastronómica nacional. La ciudad cuenta con una larga tradición en lo que a sus fogones se refiere y suma un largo listado de excelentes templos culinarios. Uno de ellos es Oquendo, situado en la calle Obispo Segura Sáenz (muy cerca de Cánovas), y se encuentra entre los restaurantes mejor valorados de la capital. Siempre hasta la bandera de gente. Se tapea y se come de lujo. En la barra es un no parar. Y El Periódico Extremadura, en esta ocasión, se centra en sus pinchos, especialmente en la tortilla de patatas (una delicia para los paladares de los clientes).

El cocinero y propietario del negocio, Pablo Medrano, explica los secretos de este aperitivo estrella. «Hago una tortilla muy jugosa, que lleva un poquito de cebolla, y que a la gente le gusta bastante. Uso patatas de Monalisa o Jaerla y huevos camperos de gallinas (una empresa de Herreruela que se llama Con un Par). Un sabroso bocado en el que las patatas y las cebollas, están bien pochadas, otro de los ingredientes clave, se funden en la sartén junto a un buen aceite de oliva. Pero se puede acompañar también y según los gustos de cada uno (la imaginación es el límite), de otros productos como, pimiento rojo o verde, atún, jamón, queso, guisantes,... El plato por el que cualquier español se pirra y que recibe elogios más allá de nuestras fronteras. Parece una receta sencilla, pero no lo es en absoluto. No hay dos tortillas iguales».

Entre poco hecha y cuajada

«Siempre debemos poner la misma cantidad de huevos que de patatas. La apariencia es la de una tortilla a medio camino entre poco hecha y cuajada, el huevo no llega a estar nunca líquido, pero la explosión de sabor en la boca es asombrosa», comenta Pablo Medrano.

Manjares en forma de aperitivos.

Manjares en forma de aperitivos. / LORENZO CORDERO

Además hay otras variedades de exquisitos pinchos: sirven desde cocido a croquetas de gambas al ajillo o de chorizo con huevos fritos, pasando por la paella o el arroz negro y diferentes tostadas. Se torna una experiencia probar su carta de vinos. La cuestión es estar rodeado de estos caldos y elegir siempre el más adecuado para cada momento.