El episodio con el zorro de este miércoles en Cáceres no ha sido el único en el que se han visto envueltos animales este año. En lo que va de 2022, el casco urbano ha sido escenario de cómo jabalíes campaban a sus anchas en zonas residenciales en busca de alimento. El suceso que más trascendencia mediática provocó fue cuando al menos una docena de cerdos salvajes, crías incluidas, se colaron en el recinto del parque del Príncipe. Su presencia ha generado polémica entre los ciudadanos desde hace meses, que han reclamado al ayuntamiento una solución a la sobrepoblación de jabalíes. Finalmente, tras el incidente del Príncipe, el consistorio dio luz verde a abatirlos con flechas. 

Las ratas

Otra problemática que han denunciado los vecinos es la presencia de ratas. En las últimas semanas, han sido avistadas en el céntrico paseo de Cánovas e incluso se han colado en negocios del centro. En 2021 protagonizaron una estampa que generó alarma después de que numerosas ratas fueran halladas en árboles del Parque del Príncipe. De manera paralela, los vecinos de los barrios han lamentado la presencia de cucarachas

Ratas en el parque del Príncipe. EL PERIÓDICO

Palomas

Por último, el ayuntamiento también hace frente a la sobrepoblación de palomas en el casco histórico. Una empresa se encarga de capturarlas vivas en jaulas y se usarán para entrenar a halcones. 

Control de plagas

El Ayuntamiento de Cáceres, a través de la contrata de limpieza y gestión de residuos, Conyser, desarrolla labores de gestión de plagas urbanas en el alcantarillado y las vías públicas de la ciudad durante todo el año, siguiendo criterios de mantenimiento predictivo y correctivo. El concejal de Servicios Públicos, Andrés Licerán, ha explicado que “el equipo de gestión de plagas, que centra su trabajo durante todo el año en las 3D (desinfección, desinsectación y desratización), divide sus labores para el control de exceso de roedores en un ciclo de 4 fases: planificación, actuación, detección y atención”.

Campaña de choque

Las actuaciones preventivas, ha detallado, “se basan en una fuerte campaña de choque cuatro veces al año coincidiendo con cada estación en todos los barrios cacereños. La campaña es especialmente más intensa con la llegada de los meses de primavera y otoño por razones del ciclo biológico de los roedores”. Las campañas de actuación se dividen en fases de ataque y recebo. En esta última, los aplicadores inspeccionan los cebos colocados reponiéndolos en caso de que haya habido consumo por parte de los roedores, detectando así las posibles áreas críticas.

No obstante, ha añadido, “el equipo de gestión de plagas trabaja durante el resto del año en labores, tanto de mantenimiento, como correctivas de actuación inmediata tan pronto como se detecte la no deseada presencia de los roedores, ya sea a través de nuestras inspecciones programadas o mediante avisos de los vecinos”.