EN CAMINO LLANO

Hacen un butrón en una casa en obras en Cáceres para acceder a unos trasteros

En principio se sospechó que los cacos podrían haber entrado en los garajes que tiene alquilado el relais&chateaux de Atrio, donde se guardan coches de alta gama, pero parece que se ha descartado aunque la investigación sigue abierta. La policía científica se ocupa de las pesquisas

Imagen del butrón realizado en la planta baja de la casa.

Imagen del butrón realizado en la planta baja de la casa. / EL PERIÓDICO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

La Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía investiga el butrón que se ha realizado en una casa en obras de Cáceres, en Camino Llano bajo, la que está situada junto al número 15, enfrente del estanco y de la peluquería. Poco antes de las nueve de la mañana los agentes llamaron a los pisos de al lado intentado recabar información, pensando que a través del butrón los ladrones hubieran accedido a los aparcamientos que tiene allí alquilados el restaurante Atrio, donde se guardan coches de alta gama. Parece que en principio no ha sido así y que los cacos buscaban entrar en los trasteros que hay en la propia casa en obras, en la planta baja, y que hace unos meses se habían puesto en alquiler, aunque la investigación sigue abierta. En estos momentos se estaba tratando de localizar al dueño de los trasteros.

Exterior de la casa donde han sucedido los hechos.

Exterior de la casa donde han sucedido los hechos. A la derecha, abajo, los trasteros, en medio el acceso a la planta de arriba y al lado, a la izquierda, puerta por donde han accedido los ladrones y han practicado el butrón. / EL PERIÓDICO

El autor o autores del butrón accedieron al inmueble a través de la zona donde se está arreglando un forjado, en estos momentos apuntalado, situada también en la planta baja. Ese arreglo es fundamental para que la parte de arriba, cuya reforma está prácticamente terminada no sufra consecuencias. La primera hipótesis que se baraja es que entraran rompiendo una cadena, aunque lo cierto es que esa puerta, de hierro (muy antigua, en muy mal estado y que carece de cristales), llevaba varios días abierta, por lo que el acceso resultaba muy fácil.

Vecinos de la zona llevan desde este verano sufriendo las consecuencias de esta obra, entre ellas la apertura varias veces consecutivas de una zanja en la vía pública que ha mantenido cortado el tráfico. Cuando terminaban de realizar las labores en dicha zanja, los operarios colocaban unas placas de acero y se permitía de nuevo el acceso a los coches, que al pasar por esas placas provocaban un ruido tan grande que molestaba al vecindario.

Igualmente, residentes han explicado que ya el año pasado se perpetraron robos en garajes y negocios y han vuelto a pedir el aumento de la vigilancia en el barrio.

La vivienda donde han sucedido los hechos viene causando problemas desde hace tiempo puesto que en los meses previos a la pandemia y durante el confinamiento estuvieron viviendo en ella unos okupas.