«Tenemos buenas noticias: la paz es posible. La convivencia pacífica entre personas de diferentes culturas y religiones ya no es una utopía. Este año se han hecho grandes avances en el diálogo interreligioso y se multiplican los encuentros y foros para afrontar los grandes conflictos de la humanidad». Con estas palabras leídas en árabe y en castellano arrancó ayer el manifiesto de la XXI Marcha por la Paz celebrada en Cáceres, bajo el lema ‘¡Que llueva la paz!’.
Personas de cuatro confesiones religiosas unieron sus voluntades: la Diócesis de Coria-Cáceres, la Comunidad Islámica de Cáceres, la Comunidad Bahá i de Extremadura y la Comunidad El Olivar de Buda. Invitaron al diálogo recordando que «hay más de 50 conflictos en el mundo», pero también más voluntad que nunca para buscar soluciones.