La vida que dan las tiendas. Un libro de Antonio García Villalón sobre la capital cacereña, publicado por la Editorial Canchales, hace un exhaustivo, y ameno, recorrido por los comercios que marcaron a Cáceres, unos aún vigentes, otros ya desaparecidos y que le daban categoría a los diferentes barrios donde estaban ubicados y del que destacan, sobremanera, la ayuda, la paciencia y el cariño con el que trabajaban sus empleados. Todos contaban con una baza imbatible: paredes que destilaban romanticismo. Atendían a sus clientes con una reluciente sonrisa dibujada en los ojos.
Este escritor trabajó durante cuatro años buscando datos y nombres que le permitieran construir la historia comercial de la ciudad en las últimas décadas. Ultramarinos, pastelerías, sastrerías, hoteles, talleres mecánicos, farmacias, joyerías, peluquerías, jugueterías, ferreterías... fueron y son negocios prósperos y demandados por la clientela de la época. Esa historia se resume en su nueva obra, titulada ‘Negocios de Cáceres de ayer y de hoy’. Por sus páginas desfilan nombres míticos como Dulcelandia, Foto Caldera, Retales Manolo, El Quiosco de Prensa de Pepe, Morato, El Requeté, Tambo, Librería Hormigo, Olimpiada, Fajas María Luisa, Diosán , Mirat, Complejo Álvarez, Modas Dioni, Bar San Blas, Horno San Fernando, Maderas Tovar, Acuario, Pelín, Lilas, Tajo, Autoservicio Hernán Cortés... Todos ellos son historia de la localidad y permanecen en el recuerdo de generaciones que García Villalón recrea con textos e instantáneas.
«Mi principal fuente de información fueron los dueños de los negocios, algún familiar directo o amigos que aportaban datos relevantes», cuenta García Villalón a El Periódico Extremadura. El escritor da las gracias a los emprendedores «por vuestra dedicación y cariño -dice-, porque el comercio es una de las siete vidas de una ciudad. En las tiendas locales tenemos un antídoto para ser Cáceres por siglos. Y en pleno siglo XXI y con el comercio on-line pisando fuerte, hay negocios que, por increíble que parezca, siguen funcionando y hasta haciéndose fuertes frente a la jungla del sector terciario. Aunque se deberían cuidar más», manifiesta el autor de esta interesante obra que contiene más de 300 páginas.
La selección enciclopédica de los negocios (150 en total) contiene el nombre del propietario, el sector comercial, la fecha de fundación y otras características como la marca o publicidad, así como bellos apuntes (testimonios) y fotografías (más de 1.200 imágenes) de los establecimientos. «Frente al diseño actual, los comercios tradicionales apostaban por trabajar con materiales más nobles y con un concepto más personal de la imagen», concluye.