Cáceres se anota su mejor año de congresos

Los congresos son la niña bonita del turismo. Llenan hoteles completos en días laborables, contratan caterings multitudinarios, reservan restaurantes, mueven autobuses, utilizan servicios de guías y taxis... Tras su fuerte caída durante la pandemia (-75%), las ciudades españolas con capacidad y atractivos para organizar estos encuentros (requieren unas características especiales) se disputan ahora una suculenta tarta de la que Cáceres ha conseguido una porción importante. Acaba de cerrar su mejor año en el llamado Turismo MICE, acrónimo inglés utilizado para definir los desplazamientos profesionales a congresos, convenciones e incentivos (’Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions/Events’).

«Estamos viviendo la temporada de congresos más importante que se puede recordar en Cáceres», subraya el concejal de Turismo, Jorge Villar. También lo afirma María José Curto, presidenta de Clúster de Turismo de Extremadura y responsable de Orexco, la firma cacereña más veterana en organización de grandes citas. «Cabe matizar que durante 2022 se están celebrando muchos congresos aplazados desde 2020, pero también es cierto que las previsiones para los próximos años parecen buenas», detalla la profesional. «Hay muchas ganas de celebrar estos encuentros porque el formato virtual adoptado en la pandemia no ha dado los resultados del presencial, al menos en los congresos, puesto que el nivel de relaciones comerciales y generación de proyectos no tiene igual», señala.

También Juan Torres, director del Gran Hotel Don Manuel, considera que «está a punto de cerrarse un año muy bueno en congresos y eventos, con una subida importante». Al igual que la presidenta del clúster, Torres achaca el fuerte auge al acumulado de años anteriores, y ambos estiman que en 2023 o 2024 ya se habrá recuperado el buen ritmo de 2019, cuando Cáceres crecía en turismo MICE. «Para el año que viene las expectativas son óptimas, con varios congresos en la agenda, algunos de gran afluencia, incluso de ámbito europeo», avanza.

La ciudad puede superarse cada año porque, según los expertos del sector, se trata de un escenario coqueto que con el tiempo ha logrado reunir todo lo que un congresista busca en la actualidad: confort, cultura, naturaleza... De ahí que esté echando un pulso importante a otras ciudades, pese a la carencia de AVE o avión. Así, en 2022 ha conseguido acoger el XXV Congreso Nacional de la Empresa Familiar, inaugurado por el Rey ante 600 asistentes (entre ellos buena parte del Ibex 35), el Congreso Nacional de Matronas, con la misma afluencia, o el internacional de Conservación, Caza y Cultura, así como otros muchos del ámbito médico, sectores empresariales y de la propia universidad.

«Además, hemos podido sacar pecho cuando los congresistas nos preguntaban por los escenarios de la ‘Casa del Dragón’ o por el Museo Helga de Alvear, estamos en un buen momento», afirma el edil.

206 € al día por asistente

No es solo orgullo de ciudad, es que los Congresos suponen una entrada importante de beneficios que se distribuyen entre numerosas empresas. Según los datos de Ostelea, el turista de negocios deja más valor añadido: gasta aproximadamente 206 euros diarios frente al turista vacacional (146). La presidenta del clúster precisa que en Cáceres el primero genera tres veces más ingresos que el segundo. «Habitualmente el asistente a un congreso viene financiado al cien por cien. Se aloja en un hotel de cuatro estrellas, y las comidas y los cafés forman parte de la agenda profesional. Por ello le queda su propio dinero para gastar, muchos acuden a restaurantes por su cuenta, compran regalos... De ahí el impacto mayor de estos encuentros», señala María José Curto.

Pero hay otra ventaja: «Los congresistas suelen hacer esos gastos fuera de las fechas turísticas, vienen a ocupar los hoteles entre semana, en los periodos más flojos, por eso nos interesan muchísimo», destaca Jorge Villar. «Registran una media de dos noches, lo que también incrementa la pernoctación media de la ciudad», detalla María José Curto.

Y una baza más: «el conocimiento del destino», apunta el director del Hotel Don Manuel. «Es decir, muchos descubren la ciudad por primera vez como turistas de negocio y luego repiten como turistas vacacionales, vuelven con familia o amigos, con lo cual los congresos suponen una promoción muy importante», revela Juan Torres. Algunos vienen incluso al encuentro con acompañantes, porque Cáceres se presta a una agenda paralela interesante, «y estos acompañantes son los que más se enganchan a repetir destino. Hablamos en principio de un cliente con nivel adquisitivo alto, y una media de gasto por persona más elevada que la media», puntualiza el director.

«Ahora que se habla tanto del turismo de experiencias, en realidad el asistente a un congreso vive directamente las bondades del territorio: sus alojamientos, su patrimonio, su gastronomía, y esto invita a regresar. Por eso, Cáceres necesita el turismo MICE, no se puede vivir solo del vacacional», argumenta la presidenta del clúster.

¿Y cuáles son las ventajas que están permitiendo a Cáceres posicionarse con perspectivas en este mercado tan competitivo, donde muchas ciudades exhiben sus mejores bazas? En realidad varias. Se trata de una capital de tamaño muy asequible para desplazarse, pero a la vez suficientemente dotada de infraestructuras para albergar citas de hasta un millar de personas.

Así, junto al Palacio de Congresos, o el Complejo San Francisco, existen otros recintos gestionados por la Universidad o por el ayuntamiento como por ejemplo Aldealab (Embarcadero y Garaje 2.0), además de los salones y jardines de los establecimientos hoteleros, muy acostumbrados a albergar este tipo de citas, y auditorios más pequeños en fundaciones y entidades.

Una ciudad «diferente»

Cáceres también destaca por su buena dotación de hoteles de cuatro estrellas, «los que más se reservan para el turismo de negocios», destaca María José Curto. Del mismo modo, en Cáceres está cubierta el resto de la cadena de valor que necesita un congreso, «ya que se trata de una actividad multisectorial que además de las empresas turísticas, requiere empresas audiovisuales, de artes gráficas, de transportes, de arquitectura efímera para el montaje de paneles y exposiciones, e incluso comercios de productos artesanos y alimentarios de la tierra. La ciudad está bastante preparada para ello», afirma la responsable del clúster.

Pero el congreso no solo tiene una parte científica o profesional. También incluye una agenda social, de ocio, «que Cáceres satisface en gran medida con su casco histórico y esa buena restauración que todo el mundo busca cuando viene a la ciudad, con establecimientos ubicados en palacios y castillos que ofrecen una experiencia distinta. La oferta está perfectamente cubierta», valora María José Curto. Cierto es que desde que Cáceres fue nombrada Capital Española de la Gastrononmía en 2015, su reconocimiento culinario ha subido enteros.

«Somos Patrimonio de la Humanidad, somos una ciudad de verdad diferente, tenemos un casco antiguo impresionante y unos paisajes que asombran. La gente se sigue quedando boquiabierta cuando empieza a entrar a Extremadura y descubre una región que no se espera. Estos valores diferenciales realmente aportan mucho al turismo de congresos», indica.

Vuelve la ‘convention bureau’

De ahí que las empresas e instituciones hayan decidido unir sus fuerzas para hacer de Cáceres un auténtico imán de congresos. El pasado año se reactivó la Oficina ‘Cáceres, Ciudad de Congresos’, una convention bureau que funcionó un tiempo y luego decayó, y que el propio sector solicitó al ayuntamiento nada más iniciarse la legislatura. Se ha restablecido mediante una colaboración público-privada, ya que se concibe como un trabajo conjunto.

Dicha oficina pone a los congresos en bandeja, o ‘llave en mano’, todos los servicios que precisan en Cáceres. Así lo explica el concejal: «Se trata de una especie de ventanilla única que reúne a todas las empresas necesarias para organizar estos encuentros», detalla el edil. «Ha sido una gran herramienta en 2022 y nos seguirá dando alegrías en los próximos años», anticipa.

De hecho, está integrada por las OPC (Empresas Profesionales de Congresos), palacios, hoteles, restaurantes, agencias, transportes, catering, audiovisuales, comunicación, personal de apoyo, interpretación y traducción, regalos, embutidos, experiencias, alquiler de coches, floristerías, imprenta, fotografía, mantenimiento… Pero además también se incluyen el Ayuntamiento de Cáceres, la Diputación Provincial, la Junta, la Cámara, el Clúster de Turismo... «Unimos fuerzas para ofrecer un producto competitivo», destaca Villar.

La maquinaria está en marcha. No obstante, y vista la buena marcha del sector MICE, los profesionales consideran que hay que plantearse nuevas inversiones no tanto para aumentar los recursos, como para mejorarlos. «Tenemos que avanzar en la profesionalización del personal y de las empresas, porque el turismo ha cambiado y los congresos demandan nuevos retos como la sostenibilidad o la digitalización», concluye María José Curto.

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