la celebración transcurre con normalidad y sin incidencias

Más de mil 'lavanderas' despiden al Febrero con una hoguera de veinte peleles

La fiesta recuperada por la Universidad Popular atrae a centenares de cacereños a la plaza Mayor. Los hosteleros se quejan por no poder instalar sus terrazas

La quema del Pelele en Cáceres

"¡Vivan las lavanderas!", "¡Viva Cáceres!". La consigna de la fiesta volvió a resonar este viernes en la plaza Mayor. La celebración, ya toda una tradición en la ciudad, puede presumir de buena salud y mejora año tras años sus cifras de participación. En esta ocasión, fueron más de mil lavanderas las que dijeron adiós a los malos augurios del invierno con una hoguera en la que han ardido una veintena de Peleles, un dato que deja constancia de la gran implicación de los cacereños cuando se trata de la identidad y la singularidad. 

Los bomberos vigilan la quema del Pelele este año para que la hoguera sea controlada ante la atenta mirada de los cacereños.

Los bomberos vigilan la quema del Pelele este año para que la hoguera sea controlada ante la atenta mirada de los cacereños. / Carla Graw

Atrás quedó el debate inicial sobre si la plaza iba a tener capacidad para acoger la carpa de Carnaval, la recién inaugurada exposición de Da Vinci y el recinto para que se quemaran los muñecos de trapo sin sobresaltos. Lo cierto es que se despejaron rápidamente las dudas porque sí hubo espacio. Cierto es que sí hubo cambios en la logística puesto que los Febreros fueron incinerados escalonadamente para que la llama no se descontrolara en ningún momento.

Para la anécdota quedan los instantes en los que el público recibió algún que otro manguerazo de agua fortuito de los bomberos, que fueron echando al fuego los peleles. En ese mismo capítulo de anécdotas, fue curiosa la que protagonizó el propio alcalde, Luis Salaya, que en un momento el micrófono encendido le captó un imprevisto «Qué guay, ¿no?». El momento fue compartido por las propias redes del ayuntamiento. 

En cuanto al balance, hubo participación de récord, más de 15 colectivos, entre colegios y asociaciones de todo, quisieron formar parte este año de la comitiva. El cortejo desde el paseo Gloria Fuertes arrancó pasadas las 11.00 horas y, con paradas estratégicas en San Pedro y en San Juan y con la calma de la charanga y la fiesta, no hizo entrada en el escenario central hasta casi el mediodía.

Una vez allí, Salaya saludó a los presentes y se leyó el manifiesto de las lavanderas que dio paso a la quema. En el discurso, la pregonera Pilar González, agradeció la labor de la Universidad Popular para recuperar la fiesta en los ochenta y a quienes han trabajado durante años para mantener «viva» la tradición. 

Pequeñas cacereñas vestidas de lavanderas.

Pequeñas cacereñas vestidas de lavanderas. / Carla Graw

Tras la expectación de la hoguera, este año gestada a fuego lento, pendientes estaban los asistentes de la carpa, donde estaba previsto que se repartieran coquillos y licor sin alcohol. En total se degustaron 160 cajas, 4.800 dulces, para los que acudieron a acompañar a la fiesta del Febrero. Al margen de que la fiesta transcurrió sin sobresaltos, durante las horas de la celebración, el ayuntamiento obligó a retirar las terrazas de los negocios de la plaza, una situación que generó malestar entre algunos hosteleros, que aludieron a las pérdidas causadas por esta situación. 

El desfile, este sábado

Tras el pregón en la carpa para cerrar el viernes, este sábado está previsto que se celebre el gran desfile con 600 personas y 11 comparsas. Saldrá a partir de las 18.00 horas del pabellón de Moctezuma y recorrerá la avenida Isabel de Moctezuma, Sánchez Manzano, Antonio Hurtado, Cánovas, San Antón, San Pedro, Gran Vía y finalmente, la plaza Mayor. Una vez ahí, a partir de las 21.30 horas, se celebrará la entrega de premios a los mejores disfraces y habrá animación.